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Orihuela pone a prueba su capacidad de respuesta con un simulacro de inundación

Las fuerzas de seguridad y de emergencias coordinan en una mañana 57 intervenciones simulando los efectos de daños por lluvias torrenciales

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Orihuela realiza con éxito un simulacro de emergencias por alerta de inundación

Orihuela midió ayer su capacidad de respuesta para hacer frente a los efectos de una grave inundación. Fueron más de 60 personas las que participaron en un dispositivo en el que se simularon 57 intervenciones de rescate de personas atrapadas, búsquedas en el río, corte de carreteras o la instalación de un albergue para acoger a la población afectada. Los ejercicios se realizaron durante toda la mañana y al acabar, el primer teniente alcalde, Rafael Almagro, valoró que el Plan Especial por Riesgo de Inundaciones para hacer frente a este tipo de emergencias funciona y dijo que «estamos preparados para un posible suceso de inundación por fuertes lluvias».

La puesta en marcha del simulacro comenzó durante la mañana del jueves, cuando el servicio 112 envió un comunicado al Ayuntamiento para anunciar que Orihuela estaba en situación de preemergencia. En ese momento el Consistorio activó el protocolo municipal y avisó a todos los departamentos de la situación existente. Fue ayer a las 8 de la mañana cuando la Confederación Hidrográfica del Segura alertó de la posible crecida del río y se puso en marcha todo el dispositivo. En estos casos lo primero que tiene que hacer un Ayuntamiento es convocar el Centro de Coordinación Operativo de Emergencias Municipales (Cecopal), que se suele constituir en el Consistorio y está formado por responsables de las fuerzas de seguridad, servicio sanitario, técnicos y políticos. Ese es el centro neurálgico desde el que se coordina el dispositivo para proteger y rescatar a la población.

Así, con la colaboración del 112 se fueron atendiendo los requerimientos que iban llegando, según informó el coordinador de emergencias de Orihuela, Jesús Rodríguez. Uno de ellos fue que dos personas habían quedado atrapadas bajo una casa que se había derrumbado en el Camino de Enmedio. Hasta el lugar se desplazó el equipo de rescate y fueron los perros del grupo Ecos Byrma, con sede en Cox, los que localizaron a las víctimas sepultadas bajo los escombros. Los bomberos, agentes de la Policía Local y Nacional y Protección Civil se afanaron primero en retirar las grandes piedras y los servicios sanitarios de Cruz Roja atendieron después a las víctimas, que fueron evacuadas en ambulancia. Una de ellas lamentablemente murió al no responder a las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Fue la policía científica y el juez de guardia los que certificaron su fallecimiento y coordinaron la retirada del cuerpo. Mientras tanto, otros efectivos realizaron diversos trabajos en el término de Orihuela, como coordinar la instalación de un albergue en un colegio, cortar la N-340 y redirigir el tráfico, buscar a desaparecidos en otros puntos o desplegar bombas de achique para sacar el agua de sótanos y casas inundadas.

«Lo importante es comprobar el funcionamiento del plan de emergencia y ver si hay alguna deficiencia», destacó ayer el suboficial jefe del área operativa del Consorcio de Bomberos, José Mira. Y aunque es cierto que, tal y como recordó Almagro, Orihuela tiene experiencia en situaciones de este tipo, como las inundaciones registradas en el 87, «los medios y las infraestructuras van cambiando y es necesaria una continua preparación para poder dar una respuesta adecuada, por lo que hay que seguir haciendo simulacros».

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