Torrevieja no está en fiestas hasta que la dulzaina y el tamboril de los charamiteros de Beniel suena con «Serafina la rubiales...» y otras canciones populares en la fachada del antiguo Ayuntamiento, junto a la glorieta. Y un año más, cuando ya caía la tarde, cientos de pequeños acompañados de padres y abuelos se concentraron en la plaza de la Constitución, alertados, este año sí, por la cohetería, de que la fiesta, las carreras, el baile de los cabezudos y la música iban a comenzar para tomar las calles del centro. La primera salida de los gigantes y cabezudos de las fiestas patronales en honor a La Purísima estuvo arropada por los niños y adolescentes, armados, muchos de ellos con aerosoles de espuma blanca.

Este recorrido dedicado al disfrute de los más pequeños, con los tradicionales personajes de la Lyly, El Lobo y El Ogro, partió desde la plaza de la Constitución para regresar casi dos horas más tarde al punto de partida.

El pulso de las fiestas se mantiene hoy con un amplio programa de actos lúdicos. A las diez comienza la segunda edición de la Gymkanica, organizada por la concejalía de Juventud. Un juego por grupos que combina la orientación con algunas lecciones de historia local. A las 11.30 horas el II Gran Encierro de San Fermín, destinado al disfrute de los más pequeños y que parte desde la calle Maestro Vallejo para recorrer el centro de Torrevieja. La concejalía de Fiestas repartirá un pañuelo rojo a los niñ@s participantes hasta agotar existencias. A las 13 tendrá lugar una nueva salida de La Charamita desde la glorieta, mientras que por la tarde se celebrará, organizada por la Asociación de Hijos de La Inmaculada, la ofrenda floral a La Inmaculada, con la participación de docenas de colectivos locales y que parte desde la ermita a las 17 horas.

El Ayuntamiento colabora con este acto religioso con 13.000 euros para la contratación de las bandas de música. Sobre las 21.30 saldrá de nuevo La Charamita acompañada de la banda de música de Los Salerosos. Y mañanaTorrevieja estrena su primera edición de autos locos y artefactos chocantes con un «descenso» desde la calle Bazán por la calle Diego Ramírez hasta la Plaza de la Constitución desde las 11 de la mañana. El Ayuntamiento ha previsto contar con un grupo de animación callejera, castillos hinchables y bocatas y refrescos para esta actividad. Por la tarde la calle Vicente Blasco Ibañez quiere rendir su especial homenaje anual a los torrevejenses ausentes, con la calle engalanada de monumentos.