Con diciembre a la vuelta de la esquina comienzan los preparativos de la Navidad y, con ellos, la llegada de una de las tradiciones artísticas más consolidadas vinculadas a ella: la puesta del Belén. Este año, el Museo de Arte Sacro de Orihuela acogerá por segundo año la propuesta municipal, en la que ya trabajan los miembros de la Asociación de Belenistas de Elche, que serán los encargados de este año de representar el verdadero motivo de esta festividad: el Nacimiento de Jesús. Los miembros de la entidad trabajan desde el lunes en la instalación del Belén, una infraestructura de doce metros de largo y tres de ancho que ocupará buena parte de los arcos del claustro del Palacio Episcopal, sede del Museo Sacro. El pasado año el Ayuntamiento fue el primer desilusionado con su propio belén, de lo que culpó al anterior equipo de gobierno tras heredar, aseguraron, un nacimiento al que le faltaban piezas y otras estarán rotas. Este año esto no pasará.

Los más aficionados al arte belenista pueden que reconozcan la pieza, pues se trata del mismo Belén que se instaló el pasado año en la localidad ilicitana, aunque la Concejalía de Festividades, encargada de su instalación, dará su toque particular con la instalación de figuras y decoraciones que darán un aire nuevo a la representación bíblica en tres dimensiones.

Festividades dará a conocer hoy la programación de Navidad y, por consiguiente, la inauguración oficial del espacio. Mientras tanto los belenistas trabajan para sumergir a los visitantes en la historia de muchos siglos atrás, para perpetuar una tradición que pasa de generación en generación. Los propios belenistas son el ejemplo, pues llevan casi treinta años realizando nacimientos, y esta Navidad harán realidad otros como los de San Fulgencio, Daya Vieja, Daya Nueva y, por supuesto, Elche. Todo esto tiene detrás el trabajo de una veintena de personas que durante todo el año realizan el diseño. «Esto es como las fallas, cuando se queman, al día siguiente empieza el trabajo del próximo año».

La dedicación es casi tan grande como la experiencia, pues la asociación lleva 28 años funcionando y, los miembros más recientes ya pertenecen a ella desde hace «15 o 16», apunta Juan Soriano, uno de los veteranos con 26 años de belenismo a sus espaldas. Y que sean muchos más.