La Glorieta Gabriel Miró de Orihuela acogió ayer la gran fiesta de las asociaciones con una jornada festiva que sirvió para unir a buena parte del tejido asociativo de la ciudad. El objetivo, más que dar a conocer la labor de las mismas -que también-, pasó por rendir homenaje a los cientos de voluntarios de la ciudad, que son el motor del tejido asociativo y que, sin su dedicación desinteresada, no sería posible muchas de las labores que realizan.

Así, y con el fin de difundir su actividad, captar la atención de los oriolanos y, por qué no, de sumar más voluntarios a sus actividades, la jornada contó con actuaciones musicales, actividades para los más pequeños, con diferentes hinchables y talleres infantiles.

La cita también contó con un pequeño mercadillo en el que las 24 entidades participantes instalaron su particular mercadillo para obtener beneficios con los que sacar adelante sus actividades. Así, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca hasta Más Vida o la asociación de familiares de enfermos de alzheimer unieron fuerzas para poner en valor el trabajo de unos voluntarios que, según la Concejalía de Participación ciudadana del Ayuntamiento de Orihuela, son más de 600.