Orihuela, por fin, tiene presupuestos para ejecutar en el mismo año en el que se encuentra después de vivir de prórrogas desde 2012. La noticia sería positiva si no fuera porque el que acaba de aprobar hoy el Partido Popular en solitario -no le ha apoyado ni sus socios de Ciudadanos que participaron hasta enero en la elaboración de los mismos- es para este 2016 y entrará en vigor, en el mejor de los casos, el 28 o 29 de diciembre si los plazos se cumplen y las alegaciones que sin duda se presentarán se resuelven en el menor tiempo posible. En caso contrario, el ridículo sería espantoso porque, tal y como admitió el alcalde, Emilio Bascuñana, están listos desde el 19 de enero. Si por algo no se han aprobado hasta ahora es por su falta de gestión en la tramitación, ya bien sea por culpa del propio equipo de gobierno o de algún técnico -aunque el nombre del interventor, Fernando Urruticoechea,no se mencionó ni una vez pero todos, en privado, siempre han apuntado a él y a sus informes en contra del borrador-. Ahora bien, el portavoz de C´s, Juan Ignacio López-Bas, no le dolieron prendas en justificar en esta inacción del equipo de gobierno al que sostiene su grupo municipal el sentido de su voto: la abstención. Es decir, un palo pero esto sigue adelante.

El concejal de Hacienda, Rafael Almagro (PP) dedicó tres minutos para defender el voto de su partido y pedir el del resto de fuerzas políticas, dejando pasar incluso una de las dos intervenciones que tenía para ello. Así las cosas, el PSOE, a través de su portavoz, Carolina Gracia, advirtió que el acuerdo era nulo de pleno derecho porque se habían incumplido los plazos, lo que fue desoído por el equipo de gobierno en la enmienda a la totalidad que se presentó al comienzo de la sesión, a las 8 de la mañana. Y, a continuación, tampoco se atendieron los 18 votos particulares presentados por PSOE y Cambiemos al presupuesto para enmendarlos en todo tipo de cuestiones que, consideran, están mal planteadas. Daba lo mismo que se hablara de juventud que de cultura, de empresas públicas que de urbanismo, la oposición hacía sus exposiciones y el alcalde, prácticamente cronómetro en mano, se dedicaba a exigirles que se ajustaran al tiempo máximo para, a continuación, ni tan siquiera utilizar su turno para responder o defender esos números que presentaban. Todo ello para evitar que la sesión se dilatara y no pudiera enviarse hoy mismo para su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia el acuerdo para su exposición al público.

Lo más grave, a lo que no contestó el equipo de gobierno, fue escuchar en boca de Carolina Gracia que pasar de 67 millones de euros que era la prórroga del presupuesto de 2012 que entró en vigor el 1 de enero, a los 75 millones que se aprobarán en éste si, al final, entran en vigor a final de mes, supone admitir que se habrían gastado en este año en el equipo de gobierno 8 millones de euros más de lo presupuestado y que antes del día 31 habrá una lluvia de facturas que tienen que salir para justificarse ante el Ministerio de Hacienda y no aparecer con números rojos al final del ejercicio y enfrentarse a un problema con Cristóbal Montoro. Pero el PP no lo negó.

Con todo ello la sesión giró, como viene siendo habitual, hacia una serie de reproches y, en algunos momentos, casi insultos o provocaciones, que iban desde llamar dictador, mezquino o maleducado al alcalde, o al equipo de gobierno de acusarle no permitir la democracia ni el diálogo en el documento más importante de cualquier Ayuntamiento: el presupuesto. Bascuñana escuchó por dos veces que lo comparaban con Mónica Lorente para hacerle a ella mejor alcaldesa que a él. El regidor, que contestó a aquello que le pareció, centrándose más en las críticas recibidas que en los reproches al documento económico que eran objeto de la sesión, acusó al PSOE de haber dejado pasar los años de gobierno el pasado mandato sin dar salida a un presupuesto, lo que había generado que Orihuela se estuviera gestionando con un proyecto económico que databa de 2012 y a todas luces obsoleto. El regidor no se saltó ni una sola vez ese discurso que abandera desde que llegó al Ayuntamiento: está aquí para resolver los problemas de la ciudad que otros dejaron y -y esto no lo dice él- le da lo mismo quién tenga enfrente porque no le merece la pena ni justificárselo. La sesión ha finalizado a las 11.07 después de que el alcalde diera las gracias al equipo económico.