La segunda jornada del I Symposium Internacional del Sector Agroalimentario de la Vega Baja cerró ayer sus puertas tras una intensa radiografía del sector centrada especialmente en la comarca. Si en la primera jornada, celebrada el viernes, se puso sobre la mesa la necesidad de crear un clúster para potenciar la agricultura de la comarca, la jornada de ayer sirvió para mostrar la importancia de crear un mejor producto y una marca fuerte que dé visibilidad a la marca «Vega Baja». El catedrático de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela, y embajador del Champagne en España, David López, puso el ejemplo del cultivo asociado a esta bebida en otros países como ejemplo de lo que debería hacerse en España, desde un exhaustivo control de la Denominación de Origen para controlar la calidad, hasta la gran importancia del agricultor en toda la cadena de producción.

Por tanto, reivindicó la presencia de más expertos y técnicos en las explotaciones para mejorar los puntos débiles y potenciar los valores de cada una de ellas, pues cuando se trata de identificar y valorar una marca o una Denominación de Origen, esta es tan fuerte «como el eslabón más débil de la cadena».

Para ello, es importante la concienciación en cuanto a invertir en conocimiento y nuevas tecnología, y «hacerle más casos a los técnicos» en su asesoramiento. Esto mejoraría la materia prima para conseguir un mejor producto que poner en valor en el mercado, por lo que «la formación y el conocimiento son fundamentales», apuntó López, consciente de que para ello es necesaria una mayor inversión económica de los productores, pues «si pagas con cacahuetes, solo contratarás monos».

Conclusiones

El director de la EPSO, Ricardo Abadía, y Joaquín Melgarejo, del Instituto Universitario del Agua y las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante, fueron los encargados de aportar las conclusiones finales de ambas jornadas en la clausura del Symposium, como organizadores de la actividad junto al Ayuntamiento de Orihuela. Unas premisas que podrían resumirse en la importancia de la innovación, la apuesta por vincular el producto con el territorio como valor de marca, apostar por mejorar la calidad del producto, y la unión de pequeños agricultores para plantar cara a las grandes distribuidoras en cuanto a precio, competividad y capacidad de producción.

Durante la jornada, se insistió en que son los propios agricultores quienes tiene que creerse el valor del producto de la comarca, para potenciarlo y visibilizarlo, con el caso de la alcachofa de la Vega Baja, la «joya de la huerta», como uno de los ejemplos a seguir.

Lo que es un hecho es que el evento ha servido para dar un paso en «unir los intereses del sector» y comenzar a trabajar juntos para poner en valor la huerta de la Vega Baja más allá de la comarca, como apuntó el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana.