Los establecimientos del centro de orihuela abrieron ayer sus puertas durante doce horas de forma ininterrumpida para aumentar las ventas en un mes complicado para los pequeños establecimientos, antes de que comience la campaña navideña. Para atraer clientes, las actividades de ocio, talleres y visitas culturales se sucedieron desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche, con la apertura de la torre de la Catedral, habitualmente cerrada, como principal reclamo. Así, el entorno de la Calle Mayor y la conocida como ruta de los puentes se llenaron de actividades para toda la familia para sacar a los oriolanos a la calle e incentivar la economía local a través de los pequeños establecimientos.