Si hay algo que auna a todo el sector agroalimentario es la idea común de que sin agua no hay producción. Buena parte de los expertos que asistieron ayer al simposio celebrado en orihuela coincidieron en la necesidad de que se fijen políticas que garanticen que la provincia Alicantina cuente con recursos hídricos suficientes y de buena calidad para mantener las cosechas.

El secretario técnico de Asaja Alicante, Ramón Espinosa, defendió ayer que «si tuviéramos solucionado el tema del agua la provincia de Alicante se saldría del mapa», en relación a la posibilidad de aumentar las cosechas. En este sentido reclamó que se recupere la política para implementar trasvases entre ríos y que se mantengan los que ya hay, defendiendo que utilizar el agua desalinizada está bien para situaciones de emergencia, pero es muy cara y «no se entiende por qué no se envía agua a la provincia cuando en España hay agua de sobra».

«El potencial de la agricultura de la Vega está por explosionar pero falta agua. La provincia tiene más de 2.800 horas de sol en el semestre de otoño-invierno y eso la hace muy competitiva para la agricultura porque podemos cultivar casi de todo. Pero si no hay agua es imposible».

Por su parte, el presidente de la Diputación, César Sánchez, insistió también en la necesidad de que la provincia alicantina disponga de agua de calidad para destinarla a la agricultura y requirió «que llegue desde los ríos a la provincia». Eso es algo que, según dijo, se seguirá reclamando al Gobierno de España y a la Generalitat. «Tan importante es el agua para beber como para comer», dijo Sánchez en relación a la producción hortofrutícola.