Las «paguicas» fueron unas ayudas creadas por Pedro Hernández Mateo. Son muy populares y la solicitud de información de los mayores en el registro y en cada una de las dependencias municipales sobre «cuándo se dan» es un clásico en la atención al ciudadano por parte de los funcionarios.

En la única convocatoria que ha abonado el actual gobierno, la de 2014 se suprimió el polémico sistema que de forma voluntaria permitía a los solicitantes recoger la ayuda en mano del alcalde o el concejal de Tercera Edad en el pleno del Ayuntamiento, para transferir directamente todos los abonos a las cuentas bancarias de los solicitantes. Algo que hacían la mayoría porque, en ese momento, era un método más directo que la transferencia.

En esas entregas en mano, recogidas puntualmente por el canal de televisión local, se dieron a conocer a nivel nacional porque en ocasiones se producían en la antesala de un periodo electoral. Los mayores hacían cola, llenando el aforo del salón de plenos e incluso los pasillos y la antesala de la tercera planta del Ayuntamiento. Era un secreto a voces, en especial durante los primeros años de las convocatorias, que algunas de estas ayudas se concedían a vecinos que no las necesitaban porque no se realizaba una fiscalización de las solicitudes. Mientras que la mayoría las utilizaba para poder afrontar el día a día algunos beneficiarios no tenían empacho en expresar a los medios de comunicación que se iban «a ir de mariscada» con los 400 euros.