Las comunidades de propietarios de las macrourbanizaciones englobadas en Entrenaranjos, en Orihuela, han decidido blindar el acceso principal a este residencial, en el que viven miles de personas. Se ha levantado una garita con barreras automáticas y un sofisticado lector de matrículas que ocupa perpendicularmente un tramo de la avenida de acceso con cuatro carriles. Vial que es el único que conecta estas urbanizaciones y campo de golf con la carretera de Los Montesinos. Cada vez que un vehículo entra o sale del residencial la barrera automática se activa e impide el paso, y no se abre hasta que un lector «ficha» a la matrícula. En la garita, asistida por personal de seguridad, aparece el indicativo obligado por la ley de videovigilancia que advierte de que en la zona funcionan cámaras.
Todos los viales, parques y suelo de dotaciones son públicos y de acceso público. La mayor parte están inventariados en el patrimonio de bienes del Ayuntamiento desde hace más de cinco años, aunque la urbanización sigue creciendo y algunas de sus fases no están terminadas, y por lo tanto, tampoco recepcionada oficialmente . La instalación está además ubicada estratégicamente junto al canal del postrasvase del Tajo-Segura. Es decir, la urbanización no requiere de un vallado perimetral para garantizar su seguridad puesto que el canal de agua ya ejerce de barrera natural y la garita con las barreras está justo sobre el canal. La única zona por la que se puede acceder a las urbanizaciones a pie, en bicicleta o en coche es por esta carretera.
Desde que comenzó a configurarse esta gran urbanización con campo de golf las quejas de sus primeros habitantes por falta de servicios básicos e inseguridad fue constante. Pese a las promesas de cambiar el modelo urbanístico, Orihuela aprobó este megaproyecto con una gran reclasificación de suelo agrícola que no contemplaba el PGOU, y que requería un gran consumo de agua potable, con servicios básicos como el sanitario y el educativo situado a varios kilómetros.
Solo el sector La Asomada Norte, aprobado en 2004, cuenta con 1,2 millones de metros cuadrados y 3.500 viviendas. Los niños que viven aquí acuden al colegio de Torremendo y reciben asistencia médica en San Miguel de Salinas y Los Montesinos. Inicialmente la urbanización se enfocó al turismo residencial de poder adquisitivo medio. Muchas llamadas de emergencia llegan a la Policía Local de este último municipio, e incluso a Torrevieja, pese a que el cuerpo que tiene asignado es el de Orihuela Costa, con sede a más de 9 kilómetros.
La edil de Seguridad oriolana, Mariola Rocamora, explicó que desconocía este dispositivo y que necesitaba comprobar qué actuaciones se han llevado a cabo, aunque matizó que en cualquier caso es una competencia de Urbanismo.
Este diario también contactó con la edil de Residentes Extranjeros, Sofía Álvarez, que es la que ha estado en contacto con los residentes, mayoritariamente británicos, y al tanto a sus peticiones y reclamaciones. La concejal no pudo pronunciarse ayer sobre este asunto. También se ha consultado con la concejal de Urbanismo, Begoña Cuartero, para conocer el tipo de tramitación urbanística y licencia de construcción cuenta la instalación, aunque ayer no pudo ofrecer más detalles.
