La Generalitat Valenciana ha pedido al Consorcio de Residuos de la Vega Baja que reserve una partida económica de hasta 300.000 euros para contribuir a sufragar los costes del sellado y regeneración del vertedero de Proambiente, ubicado entre La Murada (Orihuela) y Abanilla (Murcia).

El presidente del Consorcio, Manuel Pineda, ha explicado que la administración autonómica se está preparando para una posible intervención en el terreno en caso de que la gerencia del basurero se declare insolvente y no pueda hacer frente al coste de los trabajos de restauración. Según ha dicho Pineda, la pretensión de la Generalitat es que los trabajos sean realizados con cargo a partidas económicas de la Comunitat, del Consorcio de Residuos de la Vega Baja y de la Diputación, a la que también se le pediría ayuda económica para intentar resolver la situación.

Aunque todavía se desconoce cuál será el coste total de esa actuación de regeneración medioambiental, Pineda ha vaticinado que serán más de 800.000 euros. El mismo ha considerado que el Consorcio puede aportar dinero porque tiene un remanente de tesorería que asciende a más de un millón de euros y, en definitiva, es un problema que afecta a la gestión de los desechos en la Vega. No obstante ha aclarado que el montante de toda esta actuación se le seguirá reclamando a Proambiente, si es necesario en los tribunales.

El vertedero de Proambiente carece en estos momenos de actividad pero la basura enterrada durante años ha generado diversos problemas. Al parecer los vasos de vertido no eran totalmente impermeables y parte de los lixiviados, que es el líquido que se genera por la descomposición de la basura, se han filtrado llegando incluso a fincas de cultivo. Además, en terrenos cercanos a ese vertedero se han encontrado cientos de toneladas de residuos enterrados sin ningún tipo de tratamiento, lo que ha generado más problemas de escape de lixiviados y diversos perjuicios a los vecinos que residen en la citada pedanía oriolana.

Manuel Pineda ha dicho que lo ocurrido en La Murada es un ejemplo de "lo que no puede volver a ocurrir en la Vega Baja", que carece de instalaciones para tratar los residuos y de vertedero donde depositar el rechazo final. Cabe recordar que el Consorcio de Residuos comarcal acordó ayer la firma de un convenio con la Generalitat para que sea la administración autonómica la que, a través de la empresa pública Vaersa, habilite las instalaciones que precisa la comarca para poder gestionar los desechos que produce. En este sentido, Pineda ha vaticinado que el recibo de la basura que pagan los vecinos de la Vega volverá a sufrir otra subida cuando se pongan en marcha las infraestructuras para tratar los desechos, porque el coste de esas instalaciones habrá que repercutirlo entre todos los residentes de la comarca. No obstante ha valorado que ese es el precio a pagar por tratar las basuras de forma controlada y de forma sostenible.

Aunque el recibo de la basura se vea incrementado, Pineda ha dicho que los habitantes de la Vega Baja obtendrán descuentos por reciclar sus desechos cuando Vaersa ponga en marcha una red de 23 ecoparques. En este sentido ha explicado que los vecinos recibirán una bonificación en función de la cantidad de desechos que depositen en esos puntos de vertido, como papel y cartón, plásticos o latas. Así, trasladarlos hasta un ecoparque tendrá recompensa y cada usuario irá acumulando puntos que se traducirán en una disminución de la tasa que paguen por la eliminación de los desechos.