La edil de Educación, Begoña Cuartero, anunció ayer que, tras un año después de que se lanzara el programa de la «Xarxa Llibres», que perseguía la gratuidad de los libros de texto para estudiantes de enseñanzas obligatorias, ya han finalizado los trámites de las 4.052 solicitudes registradas (23 han sido rechazadas por no cumplir los requisitos), que suman un total de 575.190 euros. Así, las familias cobrarán con un año de retraso unas ayudas que, en teoría, estaban destinadas a sufragar la compra de libros del curso 2015-16, pero que van a llegar tres meses después de haber empezado el curso 2016-17. Las familias tendrán que esperar hasta el mes de diciembre para recibir su parte de la ayuda, que será desde un mínimo de 100 hasta 200 euros por niño, pues una vez finalizados los trámites administrativos la Concejalía de Hacienda, que dirige el popular Rafael Almagro, debe habilitar una partida presupuestaria, mediante una modificación del presupuesto, que será llevada al pleno ordinario de noviembre.

Llama la atención que de los más de 8.000 alumnos matriculados para el pasado curso y que podrían haber entrado en el programa, según apuntó la propia Cuartero, apenas la mitad ha solicitado las ayudas para la gratuidad de libros de texto, un hecho que ha sido muy criticado por la oposición, especialmente por el grupo municipal del PSOE en Orihuela, que ha culpado a la dejadez y la falta de implicación e información por parte del equipo de gobierno de este bajo número de solicitudes.

Los retrasos en el pago de la primera fase de la ayuda, que en la mayoría de los municipios de la provincia se abonó a finales de 2015 o a principios de 2016, también ha originado que muchas familias ni siquiera realizaran los trámites para la segunda fase, en la que podrían obtener otros 100 euros, como demuestra el hecho de que de los 575.190 euros que se abonarán a las familias, 433.000 correspondan a la primera fase y, el resto, poco más de 140.000, a la segunda.

Contraste

La cifra contrasta con la previsión de la Conselleria de Educación, que había fijado un montante de más de 1,5 millones de euros para Orihuela, a sufragar en partes iguales por el Consell, la Diputación y el Ayuntamiento. De hecho, a finales de 2015, el Consistorio ya había recibido la parte proporcional de la administración autonómica y provincial, un millón de euros, por lo que, una vez realizados los pagos, deberá devolver el dinero sobrante a ambas instituciones.

Así, finalmente las familias oriolanas tan solo recibirán un tercio de lo programado, por lo que tanto el programa de gratuidad de libros como el banco que la Conselleria pretendía crear para que esos libros también fueran gratuitos en los cursos posteriores, ha caído en saco roto en la ciudad.

Una vez aprobada la modificación presupuestaria, las familias ya podrán recibir las cuantías que les correspondan, y aunque Cuartero no se atrevió a dar plazos concretos, apuntó a que sería pronto, una vez los trámites administrativos de la Concejalía de Hacienda se resuelvan. La sesión plenaria del mes de noviembre está programada para el jueves de la semana próxima.