La Generalitat y Catral todavía no han conseguido impulsar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) a pesar de que el trámite comenzó en 2008. La administración valenciana accedió a paralizar las órdenes de derribo que pesaban sobre 394 viviendas construidas fuera de ordenación cuando el Ayuntamiento comenzó a redactar un nuevo PGOU que debía de servir para regularizar todas las casas levantadas. Pero ese documento nunca llegó a terminarse y se quedó en un mero estudio previo. Desde hace ocho años se ha avanzado más bien poco en la elaboración de un nuevo documento que marque el futuro urbanístico del municipio y que ayude a regularizar las cerca de 1.200 casas ilegales. La pretensión del gobierno local es actualizarlo a la nueva normativa e intentar impulsarlo de nuevo. m. a .r