La relación entre el alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón (Los Verdes), y el intendente principal, Vicente Gutiérrez, no es fluida. El primero lleva meses intentando desbloquear la situación de conflicto que arrastraba la plantilla, sostenida por los sindicatos mayoritarios. El segundo, se ha mantenido en su criterio de gestión y sistemas de trabajo que puso en marcha cuando ocupó su plaza por oposición en 2011 y durante el último mandato del PP. Gutiérrez llegó de la mano del director general de la Policía, Javier Mínguez, que fue quien impulsó la idea de completar el organigrama en el cuerpo. Oposición recurrida por la vía judicial por UGT, y que ha sido validada recientemente al no apreciarse irregularidad en las bases.

Dolón ha sacado adelante una de las principales reivindicaciones de la plantilla, el turno 7x7, que comenzó a ponerse en marcha el pasado día 24 y al que se han sumado 92 agentes de los 150 policías con los que cuenta la plantilla -aunque deberían superar los 200 en función de la entidad de Torrevieja-. El intendente ha rechazado en varios informes ese sistema asegurando que no garantiza la distribución efectiva de los efectivos y que no se cumplen, supuestamente, las horas anuales de trabajo estipuladas para todos los funcionarios, entre otras consideraciones. El primer edil validó el sistema con el aval de otros informes de funcionarios.

Mejora de empleo

La situación ha llegado al punto de que el primer edil, según han confirmado fuentes de la Policía Local, se está entrevistando con inspectores para que uno de ellos ascienda al puesto de intendente principal, a la par en jerarquía de mando que Gutiérrez. Algo que se podría tramitar a través de una mejora de empleo, que tiene que validar con un informe favorable, presumiblemente, el jefe de Recursos Humanos. Otras «mejoras de empleo» para ascender a agentes a oficiales se realizaron en su día sin estos informes favorables. En estos momentos las labores de coordinación del servicio diario las realizan los inspectores despachando con el director general Javier Mínguez, paradójicamente, quien impulsó la creación de la plaza de intendente principal que ocupa Gutiérrez, que también ha advertido al alcalde formalmente de que la delegación de asuntos a Mínguez es supuestamente irregular, porque son competencia del intendente principal. En las mismas labores de decisión también quedaría al margen el intendente Alejandro Morer, jefe de la Policía antes de que llegara Gutiérrez.

La estructura de la Policía Local, debería estar formada por más de 150 agentes de base, en torno a 50 de ellos interinos que no pueden realizar las mismas funciones de seguridad que el resto, además de oficiales, inspectores, intendentes, intendentes principales e intendente general (puesto vacante). La restricción del gasto público no impide, en el caso de un servicio público esencial como es el de la Policía Local, cubrir las plazas de agentes de base -con una plantilla envejecida en la que hay una larga lista de espera de agentes con solicitud de segunda actividad-. Pero las que se pueden ofertar anualmente son claramente insuficientes, tanto para adecuar un servicio al tamaño de Torrevieja o cubrir la escala de mandos.