Metrovacesa ha iniciado el trámite urbanístico para levantar torres de hasta 26 alturas -entre cuatro y dos edificios, según el proyecto- en primera línea del casco urbano de Torrevieja junto a la bahía, y el canal del Acequión en un espacio central del frente marítimo de Torrevieja. La modificaciones puntuales 52 y 74 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permiten esta actuación fueron aprobadas por el Consell durante los mandatos del PP en el Ayuntamiento en 2008 y 2011-se intentó, antes sin éxito en el año 2000-. Desde el punto de vista urbanístico la construcción, además de destinarse al uso residencial, deberá respetar un porcentaje mínimo de uso hotelero, que depende de la categoría del establecimiento que se quiera ubicar.

Eso es lo que indica la ficha urbanística de esta actuación, amparada en lo que en su día se denominó libertad tipológica y fomento del uso hotelero por el gobierno local. Ese cambio en el PGOU permitió que los solares mejor situados en el casco urbano, o en primera línea del frente litoral, y que todavía no han sido urbanizados, cuenten con una edificabilidad mucho mayor. La modificación no sirvió para mucho en su día. Pero ahora sí hay interés. El proyecto de Metrovacesa que comienza a tramitarse ahora, sobre 12.000 m2 situados entre el aparcamiento de Marina Internacional y la avenida de Gregorio Marañón, tenía permitidos, antes de la modificación, planta baja, cuatro alturas y ático. Tipología, junto al adosado residencial, típica del urbanismo de Torrevieja, desde mediados de los ochenta.

Ocupación

Los dos principales argumentos que justificaron este cambio, que beneficia a las grandes empresas constructoras nacionales y de la Vega Baja ante la escasez de suelo en primera línea, es que el modelo en vertical aprovecha mucho mejor el suelo disponible y no provoca el muro visual de la edificación en horizontal, por ejemplo, en el caso de esta actuación, con el edificio Habaneras como referente, que «tapa» el acceso a buena parte de la bahía con una edificación en horizontal de cinco alturas a lo largo de casi 200 metros de la avenida de Gregorio Marañón.

El segundo argumento es que la actuación impone un porcentaje de uso hotelero, además del uso residencial. El interés de los promotores es por la demanda de uso. El proyecto contempla tres torres de 26 alturas en lo que popularmente se conoce como «campico San Mamés». Si finalmente el proyecto se lleva a cabo, esos inmuebles modificarán para siempre el perfil urbano del centro del casco urbano de Torrevieja. El proyecto de las torres en esta zona es antiguo. Fue planteado inicialmente por el constructor Francisco Gómez hace ya casi quince años, incluso antes de que la modificación del PGOU que lo pudiera avalar estuviera tan siquiera aprobada. Después el suelo pasó por distintas manos hasta que fue adquirido por Metrovacesa, que mantuvo desde 2010 un cartel para, a su vez, desprenderse del solar. El cartel ha desaparecido, y hace solo unos días la maquinaria pesada realizaba labores de preparación del terreno. Una actividad llamativa teniendo en cuenta que durante años el Ayuntamiento ha estado insistiendo a la propiedad para que mantuviera el solar en condiciones, y la empresa sólo respondió tras varios requerimientos y bajo amenaza de multa. Durante los peores años de la crisis económica e inmobiliaria en la ciudad, tras el muro de hormigón de esta finca se cobijó un asentamiento de personas sin hogar.

Crecer en vertical se ha convertido en la alternativa más golosa para las grandes promotoras de apartamentos turísticos residenciales. TM, Gomendio o Mahersol han desarrollado proyectos de torres de hasta diez alturas cambiando la fisonomía del frente litoral, aunque pudieron sacarlas adelante sin el uso hotelero. En estos casos se trata de residenciales situadas junto al mar, a las que las inmobiliarias pueden agregar un gran valor añadido. Esta edificación en altura deja terreno disponible para esos usos, que permite construir parques privados, piscinas y otras instalaciones. Otro asunto es si realmente compensará a los promotores impulsar los proyectos con la imposición de una parte del uso hotelero.