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Los embalses del Segura están al 22% de capacidad

Las tormentas de octubre pasaron de largo por la cabecera de la cuenca

Los embalses del Segura están al 22% de capacidad

Dos semanas después de que las tormentas cruzaran la península de norte a sur la situación de los embalses del Segura sigue siendo pésima. Según datos de la Confederación Hidrográfica, la cuenca almacena en estos momentos 252 hectómetros cúbicos; es decir, el 22 por ciento de la capacidad total, que es 1.140 hectómetros cúbicos, y que se mantiene desde hace días estancada. Que la situación pase de pésima a dramática es cuestión de lo que ocurra durante las próximas semanas y eso ya lo saben los regantes, que son los principales afectados, si continúan bajando a este ritmo las reservas. Hace exactamente un año, la cuenca se situaba al 41 por ciento de su capacidad, con 469 hectómetros cúbicos, y lo que queda ahora es prácticamente la mitad (217 hectómetros cúbicos menos).

Cada día que pasa, el río echa al mar un metro cúbico por segundo (mil litros), lo que se considera un caudal mínimo y, el resto, se guarda gota a gota, algo en lo que insistió el pasado mes de octubre Miguel Ángel Ródenas, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura en una visita a Orihuela, en una decisión que tiene a muchos agricultores molestos porque en algunas ocasiones no llega el agua a sus campos.

Supervivencia

Los regantes de todas las cuencas del Segura, pero especialmente los de la Vega Baja, están muy preocupados por esta situación habida cuenta que su supervivencia pasa exclusivamente por el agua de un río del que disfrutan gracias a sus derechos históricos.

Ellos no se benefician del agua del trasvase Tajo-Segura. Son cerca de 30.000 familias en toda la cuenca; en su mayoría, propietarios de pequeñas fincas agrarias, que han visto cómo cuando se cerraba el grifo del trasvase el Gobierno echaba mano de sus pozos de sequía para paliar la situación del resto de regantes de la huerta. Sus quejas no han servido para nada. El problema que se les plantea es, ¿qué pasará si las reservas siguen bajando a este ritmo durante los próximos meses? De hecho, octubre es uno de los mejores meses -dentro de una cuenca deficitaria como la del Segura- para la mejora de la situación hídrica y la recarga de los acuíferos, cada vez con aportes de peor calidad por la salinización.

Capacidad

En esta situación, prácticamente la mitad del agua embalsada se sitúa en el Pantano del Cenajo, el más importante de la cuenca, con 99 hectómetros (está al 23% pues su capacidad es de 437 hectómetros cúbicos). El de La Pedrera, en Orihuela, está al 32%, con 78 hectómetros cúbicos para una capacidad de 246. El resto, presenta cantidades de agua muy pequeña. Es el caso de Fuensanta, que está prácticamente seco pues se encuentra al 8%, con 17 hectómetros para una capacidad de 210; Talave, con 12 hectómetros (para un total de 35, un 34%) o Camarillas, con 12 (para 36, un 34%).

La situación de la cuenca del Segura contrasta con la del Tajo que se encuentra mejor que a comienzos de año. Según los datos que maneja el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), los embalses de Entrepeñas y Buendía -que sirven para decidir cuándo hay trasvases- almacenan 435 hectómetros cúbicos (cien hectómetros más que hace diez meses); sólo el segundo de ellos tiene más agua que todo el Segura, con 258 hectómetros cúbicos. La cuenca del Tajo está al 46% en estos momentos.

Tranquilidad

Los regantes que dependen del trasvase están tranquilos, al menos, hasta final de año pues se les garantizó con 60 hectómetros cúbicos sus cosechas para esta época. Lo que pase después, ya se verá. Las dos semanas pasadas, el agua que cayó en menor medida de la esperada vino a suponer no más de medio riego para la mayoría de cosechas.

Las altas temperaturas, próximas algunos días a los 28 grados, sólo hacen que aumentar la posibilidad de las plagas en cultivos cada vez más débiles por la falta de agua y otros que sufren estrés porque no saben ya ni en qué época del año se encuentran.

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