No es raro en una ciudad con dedicación residencial. Pero a veces las cifras nos lanzan su mensaje. En 48 horas, entre el miércoles y el jueves pasado, Torrevieja registró tres casos de personas mayores fallecidas solas en el interior de sus viviendas. El primero se produjo el miércoles por la tardeen la calle Helena, en la zona de Torreblanca donde se halló el cuerpo sin vida de una mujer en el interior de su casa, tumbada en la cama. En circunstancias similares, otro vecino en una urbanización del sur del casco urbano el jueves por la mañana. Y ese mismo día, en un edificio de la más céntrica calle del Mar, se encontró el cuerpo sin vida de un hombre de 82 años, de origen madrileño, que llevaba fallecido al menos, una semana, según los primeros indicios.

El suceso, por darle un nombre mediático a lo que no son más que epílogos de vidas en soledad, se repite con pocas variaciones. El último fallecido, por ejemplo, llevaba desde el viernes anterior sin atender la llamada de uno de sus hijos, residente en Madrid. Saltó la alarma familiar, y otro de sus hijos llegó la mañana del jueves a Torrevieja con las llaves de la vivienda. En la puerta, el hedor anunciaba ya el final de la historia. Pero era imposible acceder al interior porque el hombre había dejado las llaves puestas por dentro, una práctica de seguridad muy habitual en personas mayores que viven solas pero que suele dificultar mucho después su asistencia.

Los bomberos tienen prioridad de acceso cuando hay un incendio o peligro inminente para las personas, entonces no se espera y se entra a la vivienda. Pero sin incidencias destacadas, los efectivos de bomberos no pueden entrar a una vivienda hasta que un juez dé permiso para hacerlo en presencia de la Guardia Civil. En el caso que nos ocupa los bomberos no pudieron abrir tampoco con su maletín de cerrajeros. Tuvieron que forzar la puerta. Lo que encontraron, por escena tantas veces repetida, forma ya parte del trabajo diario de estos profesionales en Torrevieja y la costa de la Vega Baja.

El hombre, semirecostado en la cama, con los pies en el suelo. Junto a su cuerpo, ya con evidentes síntomas de descomposición, una foto de su esposa y sus objetos familiares más queridos. Una habitación desordenada. Y oscuridad. La Guardia Civil tuvo fácil comprobar que el fallecido tenía problemas de salud. Con 82 años ya se sabe. Su visión estaba muy mermada también.

Población

Torrevieja cuenta con 93.000 habitantes censados. Casi un 30% supera los 60 años. 9.540 de ellos con más de 75 años. La presencia de personas mayores residiendo solas es muy habitual. Muchos de esos vecinos han decidido pasar su jubilación en Torrevieja en compañía de su pareja. Cuando uno de los dos falta en muchos casos vuelven a sus lugares de origen con familiares cercanos. Pero en otros no ocurre así.