La Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Orihuela realizó ayer una peregrinación única por las calles de Orihuela para sacar en procesión todas las imágenes del Cristo Crucificado con las que cuenta la ciudad, en un recorrido que sacó de nuevo a los oriolanos a las calles para rememorar la Semana de Pasión y que se organizó por primera vez para celebrar el año de la Misericordia. La particularidad del acto radió con que las imágenes se fueron incorporando poco a poco, a lo largo del recorrido.

Así, desde el Convento de los Franciscanos, inició la peregrinación el Cristo de la Agonía, de la Mayordomía de Nuestro Padre Jesús. A su paso por el santuario de Monserrate se incorporó el Cristo de la Buena Muerte, y desde la parroquia de Santiago el Cristo del Consuelo. Con cada incorporación, lo hicieron también sus fieles, por lo que al finalizar, los participantes se contaban por cientos. El Cristo de las Santas Mujeres, el del Calvario y el de Zalamea también se incorporaron desde la plaza Colón, la Catedral y la Plaza de la Soledad, respectivamente.

Precisamente en este último punto también se unieron a la peregrinación los estandartes del resto de cofradías, hasta llegar a la Glorieta.

Una vez allí, se celebró una eucaristía oficiada por el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui. La misa fue el colofón a toda una tarde dedicada a la misericordia, y que sirvió para que la Semana Santa de Orihuela saliera, una vez, a la calle, aunque fuera a finales de octubre.