Pese a esta caída de la población censada en Torrevieja, casi tan abrupta como los sucesivos ascensos desde los años 90 -la ciudad contaba con apenas 13.000 vecinos a principios de los ochenta- el municipio se mantiene como la tercera ciudad en importancia y número de habitantes de la provincia y la quinta de la Comunidad Valenciana, por detrás de las tres capitales de provincia (Valencia, Alicante y Castellón) y de Elche. Durante la década de los años 2000 la diferencia con Orihuela (83.000 vecinos), que ya es el sexto municipio por población en la Comunidad, era de más de 15.000 vecinos a favor de Torrevieja. Ahora comienzan a emparejarse.

Otro de los datos que refleja la estadística demográfica del municipio, actualizada a este mes de octubre, es el gran volumen de personas mayores de 60 años, que alcanza el 29,3% del total, con 27.372 vecinos.

Torrevieja no es solo una de las que mayor proporción de extranjero presenta sobre el total en Europa. También es una de las que menos población activa refleja con respecto a su censo total. De los 93.000 vecinos 19.197 figuraban a final del mes de septiembre, como dados de alta en la Seguridad Social, aunque la estadística, lógicamente, no recoge el empleo sumergido, muy habitual en sectores como la hostelería, entre otras áreas dedicadas al turismo residencial.

De esa disposición demográfica también se deriva uno de los índices que más polémica han generado en los dos últimos años: el de la renta de los vecinos de Torrevieja. Según el Instituto Nacional de Estadística es la más pobre de las grandes ciudades de España, las que superan los 75.000. Algo cuestionado que se pone en duda porque esa población extranjera que supera el 45% del total no abona sus impuestas ni tributa en España, por lo que su nivel de renta tampoco se cuantifica.