El pasado 30 de septiembre tuvo lugar en la Escuela Politécnica de Orihuela la jornada técnica "Situación actual y perspectivas de futuro del regadío tradicional de la Vega Baja del Segura" a la que acudieron representantes de la administración, universitarios, regantes, sindicatos agrarios y grupos ecologistas. En ese acto, el director general de Agricultura de la Generalitat, Rogelio Llanes, hizo una presentación del Plan de Obras de Regadío de la Vega Baja, en el que la medida principal es la implantación de riego presurizado en el ámbito de la Huerta Tradicional del Bajo Segura. Pese a que en estos momentos se encuentra en fase de redacción, Llanes afirmó que este plan tenía como principal objetivo "modificar el sistema de riego en la comarca".

Ante el anuncio realizado por el alto cargo de la Conselleria de Agricultura, la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) alerta de que si se suprime el riego a manta y la red de azarbes, se estrangulará a las zonas húmedas que dependen de éstos flujos: el parque natural de El Hondo y algunas de las charcas más valiosas del parque natural de las salinas de Santa Pola, zonas húmedas que padecen cíclicamente las restricciones de agua, por lo que lo que la "disminución de los actuales caudales sería una auténtica catástrofe ambiental".

El grupo ecologista muestra su preocupación también por el "grave impacto que tendrá directamente sobre el ecosistema agrario asociado al Bajo Segura, con la pérdida ambiental, paisajística, cultural e histórica que conllevaría la desaparición de los elementos asociados al regadío tradicional".

El colectivo recuerda que desde la red de azarbes de riego y de avenamiento que sustentan una variada e interesante fauna y que son verdaderos corredores ecológicos que conectan diferentes espacios naturales, en un ámbito intensamente humanizado, hasta los puentes antiguos, estaciones elevadoras, tomas de agua, molinos... Muchos de ellos datados ya en la época islámica y los más modernos de la empresa de Belluga en el siglo XVIII.

AHSA reclama que cualquier plan de modernización de regadío en la Huerta Tradicional del Bajo Segura "debe mantener y conservar todo el sistema tradicional de riego así como el paisaje y todo el patrimonio ambiental y cultural asociado, centrándose en cambio en implementar medidas para mejorar aspectos ligados a la calidad de los productos y su diferenciación en el mercado (sellos de calidad, acceso a los canales de distribución, etc.) todo lo cuál sí redundaría en una evidente mejora socioeconómica, basada justamente en la conservación del regadío tradicional y su patrimonio ambiental y cultural".

Precisamente estas medidas que los grupos de defensa de la huerta reclaman para la Vega Baja están incluidas en el Plan de Acción Territorial de la Huerta de Valencia, aprobado recientemente por el Consell y que supondrá también la protección de 10.000 hectáreas de suelo agrícola, donde además quedarán protegidos mas de 1.000 elementos patrimoniales como alquerías, acequias o barracas.

Desde el colectivo conservacionista muestran "su profunda decepción por el contenido del Plan de Obras de Regadío de la Vega Baja" y no comprenden porque no se aplica la misma política conservacionista en nuestra comarca que en la Huerta de Valencia y que proyectos como el Parque Natural Agrario de Los Carrizales de Elche, que pretende revitalizar la actividad agrícola a través de una mejora de la valoración de éstos y de la creación de una marca asociada a un espacio natural, "no solamente no cuentan con ningún tipo de apoyo de la Administración, sino que la magra ayuda que recibía la Comunidad de Regantes hasta el 2011, para el mantenimiento tradicional de su red de azarbes, siguen sin ser percibida".