Tranquilos y ligeros, como si se hubieran quitado un peso de encima, los concejales de Sueña Torrevieja, Pablo Samper y Alejandro Blanco, comparecieron para explicar con detalle su salida del equipo de gobierno de coalición, que pasa de pentapartito a cuatripartito -tetrapartito para los puristas-. Primero, dejaron claro que no tienen ninguna intención de firmar una alianza con moción de censura con la oposición mayoritaria del PP para desalojar a José Manuel Dolón (Los Verdes) de la Alcaldía. Incluso, en algún momento se mostraron conciliadores con el primer edil; explicaron que inmediatamente después de presentar en el registro la renuncia a Deportes, Juventud, Obras y Servicios, Cultura y Cementerios le trasladaron una copia al alcalde para que la demora en el relevo fuera la mínima. El primer edil tiene previsto hoy dar a conocer cómo distribuye esas competencias. Además indicaron que su objetivo es realizar una oposición positiva, acatando el mandato del congreso del partido. Alejandro Blanco habló de dar «estabilidad» al gobierno de Dolón, que queda conformado por diez concejales de Los Verdes, PSOE, APTCe e IU, frente a los quince del PP, Ciudadanos y Sueña Torrevieja, en la oposición. Blanco quiso trasladar un mensaje de «tranquilidad» a los ciudadanos que durante las dos últimos semanas le han parado por la calle con la preocupación de lo que va a ocurrir desde ahora.

No les afecta el pacto

Sueña Torrevieja insistió en que van a poner sobre la mesa los quince acuerdos programáticos que aprobó el congreso de este fin de semana para cada uno de los asuntos en los que se requiera su voto a la gestión municipal. Acuerdos de programa y «éticos», recordaron. En positivo pero «nunca tomándonos por tontos o ninguneándonos», advirtió Samper.

Otro asunto que quedó meridianamente claro era qué va a hacer el partido en el momento en el que se deba dar el relevo en la Alcaldía entre José Manuel Dolón a favor de la portavoz socialista Fanny Serrano, establecido para junio que viene. Samper dijo que sin estar en el gobierno ese pacto ya no les afecta. Serán los diez concejales en actual gobierno los que deban decidir qué hacer. Con lo que la posibilidad de que Serrano sea alcaldesa, se diluye a pasos agigantados y la alternativa de que Dolón se mantenga, hasta el final del mandato, en caso de no presentarse una moción de censura, también.

A Pablo Samper, que hay que recordarlo, hasta ayer ha sido el segundo cargo con mayor poder en el Ayuntamiento como primer teniente alcalde, le tocó el papel de «poli malo» ayer, y fue el encargado de recordar por qué Sueña Torrevieja deja el gobierno local. Dijo que la decisión casi unánime del congreso del partido -unos 60 militantes- se deriva una situación arrastrada de meses «con zancadillas internas» por parte de compañeros de coalición, y con el problema de la escuelas deportivas como gota que «colma el vaso». Explicó que en el PSOE y Los Verdes siguen presentes los vicios de la «vieja política», y que se ha dado un choque generacional entre los representantes de esos partidos.

Samper dijo que el cambio tras 27 años de gobiernos del PP se propició por la irrupción de Sueña Torrevieja en el panorama político local. Atendiendo a ese objetivo de cambio dijo que desde el punto de vista ideológico descartan una alianza con el PP.

Es más, aseguró que el PP y C´s, que suman 13 concejales, ya tenían mayoría antes de su salida de la coalición y son quienes deberían explorar fórmulas de moción, si se tiene en cuenta además que han llegado a acuerdos a nivel nacional.

Sueña Torrevieja también aludió, y es algo que ha tenido peso en su decisión de salir del gobierno, a los duros ataques en redes sociales principalmente por parte de militantes de los partidos en el gobierno, en especial Los Verdes. Incluso a través de sus páginas oficiales y que atentan contra la imagen y el honor de sus ediles.

Samper aclaró que Sueña Torrevieja aspira a no realizar una política de «trincheras», que atribuyó tanto al gobierno local como al PP; reivindicó el espacio del partido independiente entre ambos polos; y aseguró que nunca han querido el «poder por el poder». Afeó conductas como la expresada por la portavoz del PSOE, Fanny Serrano, que en el pleno de presupuestos dijo que no quería los votos del PP. El alcalde no se pronunció ayer -sólo emitió un comunicado criticando la elevada asignación económica a los partidos en la Diputación-.