Lo he contado en alguna de mis tribunas, pero no está de más recordarlo, sobre todo cuando te llevas un «revolcón/hostión» anímico que te deja más «tocao» que una paraguaya en la sección de frutería del supermercado de la esquina. Pero «tocao» por la impotencia que provoca leer una noticia que se ajusta más a la pura y dura realidad que al guión de una «peli» de ciencia ficción, aunque ya se sabe aquello de que «la realidad siempre supera la ficción», extremo que, en este caso, se cumple, puesto que la realidad es más que lamentable, casi descorazonadora.

No es la primera vez que saco a colación mi condición de diabético, aunque tengo un amigo que también lo es pero no le gusta que se le conozca tal circunstancia, por eso no revelaré su identidad. No es mi caso porque siempre he dicho -y me reafirmo- que la diabetes es una enfermedad que, hasta cierto punto, te condiciona la vida, pero que no te mata, pese a que a veces ayuda a que te vayas al otro barrio, siempre que no te cuides mínimamente. ¡Qué se lo pregunten -si es que pudiera responder- a mi amigo Perico Berná!.

Bueno, pues, hace unos años, como «juntaletras», asistí a una rueda de prensa del Instituto de Neurociencias, en el campus ilicitano -¡pedazo de campus, casi como el de Orihuela; jejeje!- de la Universidad Miguel Hernández. En esa convocatoria se nos iba a informar sobre los avances en la investigación, con células madre, para atacar enfermedades como el Alzhéimer, el Parkinson o la diabetes. Aunque manifesté mi opinión en la misma rueda de Prensa, el tiempo, lamentablemente, me ha dado la razón, porque el convocante, Bernad Soria, dijo lo que, actualmente, les dice Pablo Iglesias a quienes quieren escucharle, menos a Iñigo Errejón, que parece estar despechado porque el «gurú podemita» no le quiere como antes y le ha puesto los cuernos, lo que les ha llevado a estar casi a las puertas de un divorcio tan sonado, o más, como el de Angelina Jolie y Brad Pitt. ¿Se devolverán los regalos que se hicieron, incluidos los rosarios de sus respectivas mamás, y las cartas que se escribieron?. Desconozco si Iglesias le devolvió algo a Monedero cuando rompieron relaciones, porque Echenique no ha dicho nada y eso que, en esta historia, no hay que dar de alta a nadie en la Seguridad Social. Por cierto, si un empresario «ficha» a alguien para trabajar sin contrato se lo calzan, mientras que a Echenique no le han dicho ni ojos verdes tienes!. Sigo; Soria, que se vino arriba al ver a tanto «plumilla» junto, nos dijo que en el plazo de quince años se tendría una medicación específica para atajar las tres enfermedades.

¡Tararí que te vi!. De aquella cita informativa, en la que se nos desinformó, por no decir que se nos vendió una moto sin manillar, han pasado más de quince años por lo que me gustaría echarme a la cara a Bernad Soria para pedirle explicaciones de lo que está haciendo y responsabilidades por lo que me dijo hace un «puñao» de años. Al «científico» le dije, entonces, que no estaba bien crear expectativas entre quienes, como yo, estamos hasta los «webs» de pincharnos -no sólo insulina, sino también para saber nuestro nivel de azúcar en sangre antes de desayunar, comer y cenar y así saber cuántas dosis necesitamos en cada momento-, ya que las investigaciones estaban en «pañales» y los diabéticos nos aferrábamos a cualquier «paja mental» que hiciera referencia a una medicación que nos ayudase a mejorar la calidad de vida (estoy hasta los «bembembes» de pincharme a escondidas, como un yonqui apestado).

Y el tiempo, por desgracia, me ha dado la razón a lo que le dije al lumbrera Soria, porque, el pasado día 22 de septiembre, leí un artículo que se titulaba: «Los expertos descartan que haya aún cura para el Alzhéimer y buscan cómo frenar la enfermedad». Si eso es lo que dice la comunidad científica sobre el Alzhéimer, en un congreso que, presidido por la Reina Sofía, reunió a doscientos investigadores de todo el mundo en Alicante, lo mismo pasa con respecto a la diabetes y el Párkinson. ¡Mi «goso» en un «poso», Bernad!. ¡Ramonet vendía mejor las mantas que tú lo que decías investigar!.

¿Queréis saber más sobre Bernad Soria?. Vale, fue investigador del Instituto de Neurociencias de la UMH, diputado socialista por Alicante, entre marzo de 2008 y octubre de 2009, y ministro de Sanidad, entre julio de 2007 y abril de 2009, con Rodríguez Zapatero, ese presidente que también contó con Leire Pajín y Trinidad Jiménez como máximas responsables de la sanidad pública de este país llamado España, que, por lo visto, es como los EE.UU. de América, una tierra de oportunidades -como El Corte Inglés-, ya que para ser ministro de Sanidad no hacía falta tener ni idea de Medicina, como quedó demostrado en aquella etapa de desgobierno en la que, por negarnos, hasta nos negaron la crisis de la que todavía no nos hemos recuperado, aunque para Pablo Iglesias, que a lo mejor tiene futuro en otras cosas pero no en lo que resulta evidente, es lo de menos ¡Ya está, Bernad Soria era político!. ¡Maldita sea!.