La participación de Orihuela en la Feria Agroalimentaria de Madrid deja un amargo sabor de boca después de haber leído el escrito del edil Juan Ignacio López-Bas (Ciudadanos) sobre la dimisión del presidente de la Cámara de Comercio de Orihuela, Félix Cerdán, así como que de esta dimisión depende empleos en la centenaria institución y la posibilidad de su desmantelamiento integral.

En el epitafio, el señor López Bas se muestra tristón y algo despistado, como si fuera un «marciano» que hubiese aterrizado en la «oriola» cameral, sin acordarse de que él nació aquí, que familiares suyos muy directos han pertenecido a esta institución durante muchos años y que él mismo ya era autoridad cuando se firmó el convenio con la Cámara de Comercio, lamentando ahora el «vicio» que adquirió la institución de querer cobrar el convenio firmado -como si él no recogiera su paga de concejal todos los meses sin tener que mover un dedo para que sus socios municipales y/o compañeros de corporación paguen lo comprometido- y, mientras, le echa la culpa a ese endiablado interventor que, por lo que se ve, es a lo único que este no pone pegas. El tal convenio municipal debe gozar de toda la legalidad necesaria cuando la Cámara de Comercio de Orihuela va a emprender acciones legales para que le paguen, echando también de paso un poco de inmundicia sobre aquella persona innombrada que, según él, sabría mucho de dientes pero poco de lo demás, como si no fuese este el estigma de tantos políticos.

Por lo que se ve, el señor López Bas ha «intentado» y «gestionado» por lo menos CUATROCIENTAS veces, y lo tendrá acreditado, que a la Cámara de Comercio se le paguen los 400.000 euros que el Ayuntamiento de Orihuela le debe dentro de la más estricta legalidad sin conseguirlo y sin que nadie lo sepa y eso que estuvo un año y medio trabajando codo con codo con el señor Cerdán.

Y, por si faltaba algo, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, haciéndose portavoz de todo este gremio comarcal de la Vega Baja en Madrid, se ponía al frente de esta industria empresarial agroalimentaria para dar a conocer sus excelencias en ámbitos internacionales y, seguramente, sin saber que el ámbito profesional de representación fuera del término municipal de Orihuela le corresponde a la Cámara de Comercio de Alicante, pues la de Orihuela no llega apenas a Bigastro, aunque es posible que nuestro regidor tenga una autorización especial de la Cámara de Alicante para esa representación comarcal que se arroga. De todas formas, las lágrimas de cocodrilo por la posible desaparición de la Cámara de Comercio de Orihuela tal vez puedan engañar a alguien. Pero señor López Bas y demás dolientes.. ¡Hay que llorar antes! Y entre tanto, ¡paguen lo que deben!.