La Parroquia de la La Inmaculada Concepción estrenará un espectacular órgano de 700 tubos el próximo día 8 de diciembre, festividad de la patrona. Es el primero de estas características con el que cuentan las parroquias de la ciudad. La culminación e inauguración del ambicioso proyecto se ha ido retrasando por su complejidad y la disponibilidad de las manos artesanas del maestro Luis Miguel Rico.

Esta una idea en el que está embarcado el templo arciprestal desde hace más de una década. En estos momentos el decorador está dando los últimos detalles al armazón que sostiene los tubos, a la espera de que lleguen los tubos para la consola central. Los artesanos organeros han estado durante año y medio trabajando en el montaje e instalación de mueble, tubos, consola, teclados y demás componentes en el coro del templo parroquial,- sin contar con un amplio periodo de diseño previo-. El de la Inmaculada, con estructura de desarrollo horizontal, contará con una consola, centro neurálgico de todo órgano donde se instalan todos los controles de las teclas y del conjunto de tubos, y tres teclados

El órgano no tiene la imagen tradicional de los que todavía están en uso al sur de la provincia, en especial en Orihuela. Está acorde con estilo arquitectónico del interior de la iglesia, pero sobre todo tiene un tono «centroeuropeo». En la ciudad, explica Rico, coexisten numerosas comunidades y nacionalidades y en muchas ocasiones la iglesia se convierte en centro ecuménico, además hay una gran tradición de música para órgano en Alemania, Gran Bretaña o los países nórdicos, recuerda, de nuevo, Rico.

El órgano cuenta con 7,5 metros y ha sido adaptado a la disposición del coro de la iglesia. La parroquia dejó claro que había que salvar la vidriera central que toma la luz de la fachada principal con la imagen de la patrona Inmaculada Concepción, y el espacio que debe seguir albergando las actuaciones de las corales, que tradicionalmente participan en las celebraciones litúrgicas. Coro que no faltará en la misa en honor a la patrona. El coro deberá soportar, con la instalación del instrumento, un peso adicional de 3.000 kilos. Tras el incendio que destruyó la iglesia en 1936 el templo se reconstruyó con materiales muy pobres, algo que todavía se puede observar en algunas zonas como la sala de catequesis situada junto al coro. En esta zona las vigas son raíles rescatados del ferrocarril de las salinas de Torrevieja. El arco ha sido reforzado para alojar todo el mueble concebido en maderas nobles como cedro, fresno, roble. La instalación culminará con la terminación tonal en la que se revisa y ajusta cada tubo según la acústica de la sala, un trabajo pendiente de la ubicación de los últimos tubos.

Cuestaciones

Como recogió este diario, Rico es uno de los pocos artesanos organeros que sigue trabajando en la Comunidad. En su taller de Hondón de las Nieves ha estado alternando este proyecto con otros trabajos, como la restauración del órgano de la iglesia de Desamparados. Es un proyecto pagado ya casi en su integridad con las cuestaciones realizadas en los últimos años por valor de unos 130.000 euros.