El ya exsecretario general de la agrupación socialista de Orihuela, Carlos Bernabé, compareció ayer ante los medios de comunicación para explicar las razones que le llevaron a presentar su dimisión durante una ejecutiva local el martes y pasar a ser «militante de base», provocada, dijo, por la «penosa imagen que se dio el sábado» durante la reunión del Comité Federal de los socialistas en la sede de Ferraz y que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE.
Bernabé apuntó a que «a nivel personal, no he visto otra salida» para afrontar la «desolación y tristeza» provocada por la crisis que atraviesa el PSOE, por lo que, tal y como ya apuntó en la carta de renuncia que presentó en esa reunión de la ejecutiva, «hago mías las palabras de Pedro Sánchez: no puedo gestionar algo que no comparto».
Las divisiones internas del partido originan así la primera dimisión. Bernabé apuntó a que «me resulta difícil comprender, aceptar y asumir lo que ha ocurrido», y manifestó su total decepción con «los máximos representantes del PSOE».
Consciente de la situación crítica que atraviesa el partido y de las consecuencias que, sobre todo a nivel de imagen -ya deteriorada de por sí tras los últimos acontecimientos- pudiera provocar su dimisión, Bernabé ya adelantó que «no me siento ni me sentiré culpable de las consecuencias que pueda tener mi dimisión. Han sido los máximes responsables del PSOE los que nos han traído hasta aquí. Lo que ha ocurrido me ha dejado KO», sentenció.
La decepción del socialista podía percibirse incluso en el tono de sus palabras, aunque apuntó a que, pese a dejar la primera línea, seguirá vinculado al partido y «desde la militancia aportaré lo que tengamos que aportar».
Precisamente a los militantes quiso dirigirse especialmente para «agradecer el apoyo y la lealtad» durante estos últimos cuatro años al frente del partido. «He agotado mi mandato. Han sido cuatro años, desde 2012, y estaba previsto que en junio o julio del año que viene se convocaran primarias, así que realmente casi he agotado mi mandato», apuntó el socialista, si bien los acontecimientos de los últimos días han precipitado su salida.
«No a Rajoy»
Bernabé quiso manifestar su apoyo al hasta hace unos días dirigente de todos los socialistas, Pedro Sánchez, y su «no a Rajoy», postura que ha desencadenado la división del partido a nivel nacional. Este cisma se ha trasladado a prácticamente todas las agrupaciones. De hecho, Bernabé estuvo acompañado de varios militantes durante su comparecencia y que le mostraron su apoyo.
El socialista apuntó a que parte de esa decepción también viene motivada por el panorama político que se dibuja tras los acontecimientos del sábado, y que acercan a Rajoy a la Moncloa. Bernabé apuntó a que en unas hipotéticas terceras elecciones el PSOE podría haber recuperado parte del terreno perdido.
«Está claro que no íbamos a ganar, pero sí se podía recuperar parte de lo perdido en las segundas elecciones. Ahora... Si no sabemos gobernarnos nosotros, ¿cómo vamos a gobernar a los demás?», criticó. Por tanto, aseguró que «ahora toca un proceso de reflexión detenida y saber qué decisión se va a tomar» de cara a la abstención o no a Rajoy.
Su dimisión ha provocado la disolución automática de toda la ejecutiva socialista, por lo que ahora será la dirección del partido a nivel provincial y comarcal la que establezca una gestora que tome las riendas de la agrupación local para garantizar su continuidad y evitar la parálisis de la agrupación hasta la celebración de primarias para elegir a un nuevo secretario general, que se alargará varios meses.
