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Orihuela

La Cámara de Comercio de Orihuela, al borde de la desaparición

El presidente justifica su dimisión para forzar a la Generalitat a tutelar la institución con una gestora y afrontar así una crisis económica que ha obligado a despedir a 22 de 23 trabajadores

Félix Cerdán (derecha), acompañado de varios miembros del comité de la Cámara de Comercio de Orihuela, en la comparecencia de ayer. i. j. iniesta

El ya expresidente de la Cámara de Comercio de Orihuela, Félix Cerdán, aludió ayer a la grave situación económica de la Cámara de Comercio de Orihuela para justificar su dimisión al frente de una institución que en sus mejores momentos llegó a contar con 5.000 empresarios de la Vega Baja y dijo que, precisamente, su marcha «es la única vía de solución» para garantizar su continuidad y que no se disuelva. La dimisión de 7 de los 9 miembros de la ejecutiva del organismo forzará a que la Generalitat Valenciana tutele el nombramiento de una gestora que se haga cargo de las gestiones de la Cámara hasta que vuelvan a celebrarse elecciones, una circunstancia que se alargará, como mínimo, a finales de 2017. De esta forma, Cerdán garantizó que «no hay peligro de que la Cámara desaparezca» y sea absorbida por la de Alicante.

Los problemas económicos del organismo se remontan «a 2010, con el decreto de Zapatero» que eliminó la obligación de las empresas de pagar una cuota al organismo, «dejándolo sin otra fuente de ingresos». Sin embargo, la verdadera crisis económica viene a la deuda que acumula el Ayuntamiento de Orihuela debida a los diferentes convenios suscritos que ronda los 400.000 euros, apuntaron desde la institución. Unos impagos que se arrastran desde la anterior legislatura y que ha obligado a intervenir al Consejo de Cámaras para pagar los salarios y despidos de 22 de los 23 trabajadores con los que contaba la entidad, y que se han marchado de forma paulatina.

Pese a ello, Cerdán apuntó a que «en la actualidad no se le debe dinero a nadie. Este tiempo hemos tenido que ajustar la Cámara a los ingresos que teníamos. Hemos tocado muchas puertas, Conselleria, Diputación... Pero ante la inviabilidad de los próximos meses la mejor decisión es que queda a manos de la Conselleria», reiteró. Prácticamente toda su financiación proviene de instituciones públicas pues «la Cámara no tiene socios ni afiliados» que paguen una cuota para sostenerla. El pago del canon pasó a ser voluntario en 2010, sin que las empresas siguieran aportándolo.

Conversaciones

Por tanto, y pese a las conversaciones mantenidas tanto con el Ayuntamiento de Orihuela como la Conselleria de Economía y Comercio, no se ha encontrado una solución para afrontar el problema de liquidez y no «por falta de voluntad», dijo.

De hecho, Cerdán elogió la gestión del conseller de Economía, Rafael Climent en la crisis de la Cámara, del que llegó a decir que «es el mejor conseller que hemos tenido. Tenemos un conseller que mira bastante por Orihuela».

Las relaciones entre la Cámara y el Consell son lo suficientemente fluidas como para que el martes, antes de hacer pública su dimisión, Cerdán le comunicara su decisión a Climent por vía telefónica. Cerdán apuntó a que «la decisión estaba tomada desde junio, pero Climent me pidió que aguantara mientras buscaba soluciones», pero el hecho de que estas no llegaran acabó por forzar la dimisión el lunes por la noche.

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