El año hidrológico 2016-2017 arranca hoy en la cuenca del Segura con un futuro incierto debido a la escasez de recursos hídricos. Los pantanos de la cuenca del Segura se encuentran al 24% de su capacidad y mantienen en estos momentos unas reservas de 270 millones de metros cúbicos. Se espera que esta cantidad de agua aumente con las aportaciones de lluvias durante el otoño, pero la situación de sequía obligará igualmente a «extremar las precauciones, ser precavidos con los riegos y muy estrictos con los desembalses», según valoró ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) , Miguel Ángel Ródenas.
La situación a la que se enfrentan este año los regantes que beben del río Segura no se daba desde hace una década. Durante el último año hidrológico, de octubre de 2015 a octubre de 2016, ha llovido casi la mitad de lo habitual. Ródenas apuntó ayer que la media de precipitaciones en los últimos 10 años ha sido de 300 litros por metro cuadrado en la cuenca, mientras en los últimos 12 meses han caído cerca de 150 litros.
Así las cosas, lo primero que hará la CHS para planificar y optimizar la utilización de los recursos será convocar en breve la Comisión de desembalse para marcar las pautas sobre el volumen de agua que se puede ir sacando de los pantanos en los próximos meses. Pero, ¿está garantizada el agua para riego con los niveles existentes? «Lo que se pide es precaución a los regantes. Seguramente a mediados de octubre o primeros de noviembre la alerta obligará a administrar con mucho cuidado las reservas, estando muy atentos y vigilantes y siendo estrictos en los desembalses». Eso es lo que respondió ayer el presidente de la CHS ante dicha pregunta. El mismo prosiguió que «en estos años pasados se ha regado muy bien y ha tenido un efecto muy bueno en las tierras, pero cuando estamos más ajustados pues hay que ajustar más» y «no se podrá regar con tanta alegría salvo que tengamos un buen otoño y llueva mucho».
Miguel Ángel Ródenas realizó ayer estas valoraciones al visitar Orihuela para asistir a una jornada técnica organizada por le Escuela Politécnica Superior de la UMH que abordó la «situación actual y perspectivas de futuro del regadío tradicional de la Vega. Durante su exposición, dijo que hay que abordar retos como mejorar la calidad del agua y señaló que eso será una realidad en la comarca cuando se ponga en marcha la ampliación de la depuradora de aguas de Murcia para dotarla de uso terciario. «Servirá para afinar todavía más la calidad del agua, aunque ahora ya es buena» y eso es algo que se notará especialmente en la Vega, que está aguas abajo de esa nueva instalación. Se trata de una filtración complementaria a la actual y Ródenas señaló que sería muy interesante que se implementara una mejora similar en la depuradora de Orihuela.
Pozos de sequía
En otro orden de cosas, este diario preguntó ayer a Miguel Ángel Ródenas qué opina de que las comunidades de regantes de la Vega Baja lleven meses quejándose de que se están cediendo recursos del Segura a los agricultores que se nutren del trasvase del Tajo, mientras a éstos se les ha proporcionado agua de los pozos de sequía, que aseguran que es de peor calidad y que merma las cosechas. A este respecto el presidente de la CHS dijo que el agua que se extrajo, «unos 25 hectómetros cúbicos, suponía un 5% del total porque se mezcló con los 450 hectómetros del desembalse, por lo que no influyó para nada en la calidad del agua».
Con respecto a las quejas de los agricultores y algunas administraciones locales por la falta de labores de limpieza y mantenimiento del cauce, Ródenas dijo que el problema de los cañaverales que se extienden por el río es que «los cortas y a los 15 días los tienes otra vez». «Unas veces tenemos más presupuesto para cortar y otras veces menos. Lo vamos haciendo proporcionalmente», zanjó.
