El equipo de gobierno se ha apresurado a abordar cuanto antes la revocación del acuerdo del mes de abril por el que puso en marcha el procedimiento de municipalización de las basuras. Al no contar con el respaldo del pleno para dotar de las primeras partidas presupuestarias para ese proceso, el alcalde José Manuel Dolón anunció hace unos días que la única opción es la adjudicación del servicio por gestión indirecta; es decir a través de un concurso abierto a una empresa. Por el montante millonario de la prestación, y aunque se apruebe por la vía de urgencia, el proceso, según la legislación de contratos públicos, podría prolongarse durante más de tres meses, una vez que se revoque el acuerdo en el pleno -y si no se produce ningún contratiempo, en fases como las de presentación de ofertas, y alegaciones-, entre otras. Las concejalas de Ciudadanos, Pilar Gómez y Paqui Parra eludieron citar la recogida de basura municipalizada, al que habían dado su visto bueno en abril, como motivo último de su rechazo a los presupuestos. Ahora, hoy mismo, en su presencia en la comisión deberán tomar partido. En teoría, a favor de la privatización, aunque como es habitual en esta formación, que tiene la llave de la gobernabilidad su postura pública se explica después de su voto. No antes.