Cerca de 200 personas respaldaron ayer la manifestación en Orihuela para exigir a la Conselleria que devuelva a Maruja Cuenca, la madre de la mujer asesinada hace dos años en la ciudad presuntamente a manos de su pareja, la custodia de su nietacustodia . Los servicios sociales se llevaron a la menor con una familia de acogida en el transcurso de una de las visitas en el Punto de Encuentro Familiar de las que goza la familia del presunto asesino, y el jueves se celebrará un juicio para dictaminar si la menor debe volver con su abuela, con la que ha permanecido desde el asesinato de su madre.

La indignación de familiares, amigos y vecinos de Orihuela por lo que consideran un hecho completamente injusto protagonizó la protesta, que recorrió las calles de Orihuela desde el Ayuntamiento hasta La Glorieta, para «pedir justicia para Mari Carmen» -el nombre de la menor-. Maruja Cuenca pide que se le devuelva «lo único que me queda de mi hija» y rechaza los argumentos que le ha dado la Conselleria para quitarle la custodia de la menor, que pasan por la edad, y por sus circunstancias socioeconómicas y asegura que «no voy a descansar hasta recuperarla».

Maruja afirma que, pese a sus 60 años, «aquí me ven que tengo edad suficiente como para trabajar, que trabajo no me falta, y sacar a la niña adelante. Trabajo desde hace 21 años en una casa, y limpiando desde hace 14 en una pizzería, por lo que mis 1.200 euros no me faltan, más una paga de 600 euros. Yo creo que con eso se puede mantener una familia sin problemas. A mi nieta nunca le faltará un plato de comida ni una Educación mientras esté su abuela», asegura, sin poder contener la rabia y el dolor tras estar casi dos meses separada de su nieta.

En todo este tiempo, ha podido verla «tres veces, y las tres muy feliz de verme y muy triste cuando me he ido». Maruja, así como su defensa, rechaza los argumentos de la Conselleria, y espera que la cita judicial del jueves sirva para «que mi nieta vuelva a casa».

Entre las diferentes personas que respaldaron ayer la manifestación para pedir el regreso de la menor a Orihuela, con la familia de su madre, se encontraba Elisa Lledó, la profesora del Colegio Virgen de la Puerta que se encargó de su educación el pasado año y que defendió que «la niña siempre ha estado feliz y su abuela siempre ha estado cuando la hemos llamado porque estaba enferma o cualquier otro problema. Era una niña atendida y feliz, no entendemos esta decisión.

La familia de Maruja también ha emprendido una recogida de firmas en los comercios y bares de Orihuela para exigir al Consell que su nieta vuelva a casa.