La plataforma vecinal que surgió el pasado mes de mayo para exigir al equipo de gobierno una solución para la plaza de toros de Orihuela, que acumula años de una completa ruina que ha provocado numerosos desprendimientos, celebró ayer la decisión del PP de demoler las partes que no puedan recuperarse y tratar de salvar aquellas en buen estado.

Los vecinos acogieron la noticia con «ilusión contenida pero con prudencia», pues pese a que el PP trató de sacar adelante el proyecto en el pleno del pasado jueves, no pudo aprobarlo finalmente debido a que no llegó a tiempo de presentar toda la documentación necesaria para llevarlo a la sesión plenaria la modificación de una partida presupuestaria de 605.000 euros, 405.000 para el coso y el resto para poder adjudicar el contrato de apuntalamiento del acantilado de Cabo Roig, también afectado por numerosos desprendimientos, tal y como apuntó el edil de Hacienda, Rafael Almagro.

La oposición criticó el jueves la premura a la hora de llevar a cabo este trámite y la falta de información e informes técnicos necesarios para sacar adelante la propuesta. El portavoz de la plataforma ciudadana, Roberto Pastor, pidió ayer celeridad en cuando a la obtención de toda esta documentación, pues «esperamos que de verdad sea que falta un pequeño trámite y pedimos a la oposición que apoye el proyecto para no seguir alargando una situación que, no olvidemos, supone un peligro para los vecinos. Con la llegada de lluvias puede seguir deteriorándose los cimientos y la fachada, y provocar nuevos desprendimientos que causen un accidente».

Primordial

En cuanto al proyecto posterior, apuntó a que «apoyaremos que sea un parking, un jardín o que se quiera dejar parte de la plaza como monumentos si es recuperable. Lo primordial era acabar con un edificio que suponía un serio riesgo para los vecinos y un empobrecimiento de la imagen de la ciudad, ya que está en completa ruina». Almagro confirmó que el proyecto incluye el derribo de buena parte del coso, ya que no es recuperable, y que busca adecentar aquello que pueda salvarse y que sirva como testigo de lo que un día representó la plaza.

El edil añadió que tras no poder incluir la modificación presupuestaria en el orden del día espera poder llevarlo al próximo pleno «o a uno extraordinario si hiciera falta» y argumentó la urgencia ya que «que el interventor accidental ha conseguido desbloquear una serie de partidas y tenemos que aprovechar el tiempo. Se trata de un peligro real al que hay que darle solución ya».