La directora territorial de Educación, Tudi Torró, visitó ayer Torrevieja para explicar las actuaciones frente a los dos problemas de peso con los que se ha iniciado el curso escolar en la ciudad. El primero, el importante recorte que ha sufrido el servicio gratuito del transporte oficial -más de la mitad de los mil alumnos que tenían derecho a la prestación han quedado sin bus a sus centros-; y en segundo lugar, el cambio por sorpresa del solar en el que se debe construir el Colegio Ciudad del Mar de ladrillo tras doce cursos en barracones. La directora territorial, que compareció junto al alcalde José Manuel Dolón y el edil de Educación, José Hurtado, aseguró sobre el primer asunto que el lunes que viene se «normalizará» la situación, puesto que todos los alumnos que puedan acogerse al criterio de excepcionalidad que recoge el informe municipal se habrán valorado y certificado, según la máxima responsable de Educación en la provincia de Alicante. Torró no concretó si con esa medida se va acoger a la mayoría de alumnos que sí fueron becados el pasado curso.

Los alumnos pueden contar con transporte oficial si certifican que su residencia está a tres kilómetros o más del centro que les corresponde a través de un itinerario a pie seguro y accesible. El pasado año fueron los centros los que realizaron ese certificado, algo que benefició a unos mil alumnos. Este año ha sido la Generalitat a través de una aplicación informática, aunque Torró admitió que «Torrevieja se sale de los parámetros», porque en su día se decidió ubicar la mayoría de los colegios e institutos fuera del casco urbano. Atendiendo a ese criterio de excepcionalidad, que además contempla recorridos a pie con carencias de iluminación, inseguros, sin aceras y otras circunstancias, la Generalitat intentará autorizar desde esta semana al lunes al máximo de alumnos.

Lo que sí dejo claro la responsable de Educación es que la «vara de medir» en toda la Comunitat debía ser la misma para evitar la picaresca, y el despilfarro del dinero público; aunque sí concretó que la actual empresa que realiza el transporte tiene el prorrogado el contrato, por lo que la decisión de la Generalitat de poner en marcha la nueva aplicación informática es técnica, y con el objetivo de que el mismo criterio se aplique en todos los municipios, y no económica. Torró llegó a destacar las bondades pedagógicas del acudir a pie a los centros, como el ejercicio, y la socialización con el resto de compañeros, aunque matizó, siempre que sea para recorridos inferiores a uno o dos kilómetros.

Los barracones

Además, la visita de Torró de ayer para dar la cara sobre el transporte, también sirvió para ofrecer explicaciones sobre el cambio de terrenos a la hora de construir el nuevo colegio de ladrillo del Ciudad del Mar, que lleva doce cursos en barracones, y avanzado por INFORMACIÓN esta semana.

El alcalde anunció que una vez que la Conselleria ha rechazado los terrenos de Villa Amalia, que se habían cedido para la construcción del Colegio Amanecer, «se va a proponer que el colegio se construya en la parcela que se encuentra junto a los terrenos que ocupó, en aulas prefabricadas, el Colegio Ciudad de Oviedo», junto al CDT y en paralelo a la CV-95.

Esta parcela dotacional propiedad del Ayuntamiento y que, además, ya está cedida a la Conselleria. De los 286 alumnos que están matriculados en el colegio Amanecer, 213 utilizan el transporte escolar debido a que proceden de zonas de influencia de otros Colegios, por lo que el cambio, indicó la directora territorial, que se reunió con la dirección del centro y padres, no afecta a la mayoría de las familias.