La coalición de gobierno sufrió ayer el revés más importante de este mandato y de las consecuencias de gestionar la administración local en minoría. El pleno del Ayuntamiento de Torrevieja rechazó con los dos votos de las ediles de Ciudadanos (C´s) y los once del PP la aprobación inicial del presupuesto de 2016, presentada por el gobierno de doce ediles, que encabeza el alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes). La principal consecuencia a pie de calle de esta decisión es el aplazamiento la puesta en marcha de la municipalización de la recogida de basura, que seguirá realizando la multinacional Acciona, sin contrato, y que percibe 16 millones euros por ese servicio.
El argumento de la portavoz de la formación naranja, Pilar Gómez Magán, para rechazar las cuentas fue el hecho de que no se incorporaran, en su opinión, las once medidas que su compañera de grupo Paqui Parra presentó y negoció en varias reuniones con el miembros del gobierno de la ciudad, y en especial, el concejal de Hacienda José Hurtado Paredes. «El concejal quiere que veamos lo negro blanco», dijo.
En una sesión convocada en horario inusual para el debate más importante del ejercicio -el pleno comenzó a las 13.30 horas-, el pentapartito de PSOE, Verdes, Sueña Torrevieja, APTce e IU defendió las cuentas en las que se contemplaban más de 10 millones de euros en inversiones, en especial en infraestructuras para poner en marcha la municipalización de la recogida de basuras y la renovación del alumbrado. Una inversión que además se planteaba con recursos propios, sin necesidad de recurrir a financiación de los bancos, según explicó el edil de Hacienda. Poco antes de que las ediles de la formación naranja expresaran su rechazo alzando la mano con la oposición mayoritaria del PP, el alcalde, José Manuel Dolón, recordó que se puede gobernar con los presupuestos prorrogados -Orihuela, con gobiernos en minoría como el torrevejense, lleva varios ejercicios en esa situación. Sí que admitió el primer edil ecologista que las nuevas políticas de que, a su juicio, deberían reflejar el cambio de gobierno que se produjo hace un año no se podrán emprender ahora. Serán aplazadas. En especial, la municipalización de la recogida de basura, que había sido validada desde el punto de vista político con la abstención de Ciudadanos antes del verano.
La edil portavoz del PSOE, Fanny Serrano, intentó, en el último momento, tender la mano al grupo de Ciudadanos recordando que se trataba de una aprobación inicial, por lo que las peticiones que se realizaban, entre las que se encuentra una bajada del IBI y las tasas municipales, creación de empleo público, entre otras, se podían incorporar en ese plazo. Dijo, por otra parte, que ni pediría, ni quería el voto «de esa gente del PP».
«El recorte»
El PP reiteró su rechazo al presupuesto en el hecho de que las inversiones se centran en esa municipalización -8 de cada 10 euros, dijo su portavoz Eduardo Dolón-, mientras que, a su juicio, se rebajaban de forma sustancial partidas de impacto social como las subvenciones distintos colectivos, deportes, dependencia, parques y jardines, Ong´s, cultura o fiestas, entre otras. Un «recorte», que su portavoz Eduardo Dolón cifró en 7 millones de euros. El concejal de Izquierda Unida, Víctor Ferrández, le recordó que la inversión sería similar o mayor si se hubiera optado por adjudicar a una empresa el servicio. La diferencia entre ambas fórmulas es que con una adjudicación la gestión la realiza la empresa, que se encarga, con el canon de la compra de camiones e infraestructuras, y con la gestión directa es el Ayuntamiento el que supervisa esa función.
También desveló que el informe de intervención advierte de que existía el riesgo de incumplir la regla de gasto en nueve millones de euros. Para Eduardo Dolón el documento que el gobierno de cinco partidos llevaba ayer al pleno suponía el «certificado de defunción» del pentapartito y la «carrera política de sus miembros». La sesión se levantó antes de lo previsto, sobre las cuatro de la tarde, con la sensación de que los discursos e intervenciones se habían acortado de repente ante la evidencia de que, con la posición de grupo de C´s, la suerte estaba echada de antemano.
