Un colectivo de vecinos, instituciones y entidades locales ha iniciado una recogida de firmas, y redactado una propuesta a la asamblea de presupuestos participativos de hoy, para que se recuperen los últimos astilleros artesanales, con su reubicación y uso municipal. Los astilleros fueron clausurados por orden de la edil Fanny Serrano, con el aval de varios informes técnicos que indicaban que carecía de licencia de actividad, y el hecho de que el titular de la nave no completara la documentación para obtenerla.

El último calafate del astillero, Ildefonso Rodríguez sí cuenta con las licencias de obras de la entonces administración de Puertos del Estado y el propio Ayuntamiento, para la construcción de la nave. Algo que contrasta con otras edificaciones más recientes en la misma zona de dominio público, que desarrollan su actividad normalmente y sobre las que no ha recaído, todavía, expediente de infracción. Para la propuesta, la acción municipal de no permitir la actividad en la playa del Acequión ha «puesto fin» a cinco generaciones de calafates que desarrollaba su actividad primero en la Cala Cornuda, y después en la bahía de Torrevieja desde 1849.

A la hora de plantear esta iniciativa a la asamblea de hoy, el escrito, indica que la Unión Europea destina fondos para preservar oficios tradicionales artesanales y durante cinco años el Ayuntamiento se acogió a ellas para desarrollar talleres de empleo. Además la recuperación de la carpintería de ribera garantiza los trabajos de mantenimiento de una parte de la flota pesquera que faena en Torrevieja, los barcos de carga y arrastre de las salinas, el mantenimiento del Pascual Flores, y otros veleros clásicos amarrados en el puerto o en tránsito por Torrevieja. También recuerdan que los astilleros formarían parte de la recuperación patrimonial pendiente en torno a las Eras de la Sal y las antiguas oficinas de las salinas.