El Real Club Náutico de Torrevieja (RCNT) ha comenzado a retirar discretamente las placas conmemorativas y menciones en las que aparece Francisco Franco Bahamonde como presidente de honor «perpetuo» de la entidad. El Náutico es un club privado, recuerda la gerencia a la que no le gusta ser centro de este debate. Pero su funcionamiento y su propia ubicación, dependen de una concesión administrativa del dominio público del espejo de agua del puerto, el que ocupa su sede social en el privilegiado enclave de la dársena de Torrevieja que se encuentra en el mismo centro de la ciudad. También es receptor de ayudas públicas y el Ayuntamiento colabora con la entidad. La retirada de estos símbolos en el que repara cualquier visitante, en especial cargos públicos y otras personalidades, se decidió sin hacerla pública después de que se iniciaran los trabajos de recuperación de material histórico y documental con motivo de las celebraciones por el 50 aniversario de la construcción del Club.

La directiva se dio cuenta entonces de que oficialmente no existe un acuerdo de Junta directiva que avale la distinción al anterior Jefe del Estado durante la dictadura franquista. Una circunstancia que también le ha permitido evitar la inclusión de la posible retirada de la mención en reunión de junta directiva o asamblea. «Problema» resuelto. Desde hace algunos años, en especial cuando se comenzó a hablar de memoria histórica, algunos socios plantearon la oportunidad de retirar estos reconocimientos. Por una cuestión estética e histórica.

Sala de juntas

Una vez revisada la documentación, la primera mención que ha desaparecido de las instalaciones es la que recogía el listado de presidentes en un cuadro situado en la sala de juntas. A simple vista, cualquier ponente o portavoz de alguna rueda de prensa que se celebrada en esas dependencias -de todas las procedencias e ideologías, porque el RCNT abre a todos-, podía apreciar en un lugar destacado el nombre del dictador. Eso hasta hace escasos meses -todavía en enero pasado estaba allí-. Después de varias reformas se ha renovado la decoración de toda la sala y en el cuadro, casi desapercibido, ha desaparecido el dichoso cargo. Ahora, como antes, aparece Juan Carlos I y el listado de presidentes encabezada por el presidente fundador Tomás Lanzarote.

La «lápida» de grandes dimensiones en el principal acceso, como los propios responsables del Club la denominan, desaparecerá con la renovación pendiente de las instalaciones sociales, que entre otros elementos tiene previsto ubicar un ascensor, según confirma la gerencia.