¡Sí, la madre que me pario!. Los olezanos -residentes, vecinos y feligreses de Oleza- o somos más tontos que Pichote o vamos más sobraos que Usain Bolt y Michael Phelps juntos en las Olimpiadas. Vamos, que ¡no se puede ser pasota para según qué cosas!. Uno aquí, en este púlpito -que nada tiene que ver con un pulpo pequeño- desgañitándose, haciendo campaña a favor de la reforestación y, si es cierto

lo que he leído -y que conste que no tengo motivo para dudarlo-, parece que hay quien deja pasar oportunidades, al más puro estilo Pedro Sánchez, que, por lo que se ve, ha creado escuela y no sólo entre los «sociatas». Una vez más,

me hago eco de lo que dijo el famoso torero Rafael «El Gallo» cuando le presentaron al filosofo José Ortega y Gasset: «Hay gente pa "to"». Va resultar que son verdad lo de que «el hombre -y la mujer, claro- es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio» y la frase bíblica que asegura que «por sus hechos les conoceréis».

Esto no hay quien lo entienda y si hay alguien que sepa de qué va la cosa que nos lo explique, por lo menos a mí que últimamente parece que estoy un poco espeso en cuestiones ecológicas e institucionales. ¡Y no digamos nada cuando se fusionan -como si de un buen maridaje gastronómico se tratara- ambos conceptos!. Pero, por favor, si alguien se ofrece a explicármelo que sea con un lenguaje de fácil comprensión, en modo básico, no "mitjà", porque si lo hace al

estilo valenciano amenazo con darle recuerdos para sus progenitores, ¿vale?; ¡pues eso!. ¡La madre que me parió!.

Leo: «La ladera del castillo volverá a ser verde». La cosa se refiere a Guardamar. Y se conseguirá mediante una subvención de la «Dipu» que parece ser que invertirá «33.300 euros para acometer un plan de reforestación del monte tras los efectos devastadores del tomicus», ese bicho que nos ha dejado las sierras -por lo menos en la Vega Baja- «pelás». Y como no escarmiento, el día siguiente vuelvo a comprar la Prensa -¡yo la compro!- y vuelvo a leer: «Sólo cuatro municipios se suman al plan estrella de la Diputación para reforestar la provincia».

El artículo dice que hay un millón de euros para estos menesteres, pero mi «goso» en un «poso», por no decir otra cosa, cuando sigo leyendo y, no sin asombro, descubro que los cuatro pueblos a los que se hace referencia son Altea, Santa Pola, El Verger y Mutxamel. ¡La madre que me parió!. ¡Hombre no dudo que en estos pueblos necesiten una reforestación!, pero ¿qué hacemos con el desastre en municipios como Orihuela, Redován, Callosa o El Pilar?. ¿Qué pasa, que hay perras para unos pueblos y no para otros -¡bueno, a Redován le han dado 30.000 pavos!- o es que quienes gestionan las parcelas de Medio Ambiente -¡Miguel Ángel, espabila!- están hasta el culo de trabajo y no se han «enterao» de que hay un kilo de billetes -algo más de 166 kilos de las antiguas pesetas- para estas cuestiones?. Si han pasado de pedir lo que se necesita para revertir el estado que presentan nuestras sierras va a ser que no pagan ni con una doble sesión de vara en las corvas, pero si han pensado que pedir lo que es de justicia para plantar «pinicos» y recuperar el manto vegetal perdido es «limosnear» que tengan en cuenta que por los ciudadanos, que son quienes les pagan, deberían -parafraseando a Belén Esteban- «matar», pero en el buen sentido, claro, porque a estas alturas uno no está por la labor de visitar, como cliente, ni Fontcalent, ni Alicante 2, en Villena.

Pero es que, ¡la madre que me parió!, para unas cosas no llegamos, mientras que para otras nos pasamos. ¡Vamos a ver, dijo un ciego!. ¿Los ríos y los montes no son de titularidad pública; ya sea estatal o autonómica?. Entonces, ¿qué coño hacen los ayuntamientos metiéndose donde no les llaman y «desviando» las perras de sus pobres presupuestos para hacer cosas que no son de su competencia?. Sin ir más lejos, en Guardamar están hasta más arriba de los «webs» de que la Confederación del Segura tenga la desembocadura del río más sucia que las escombreras de Cartagena y por eso el consistorio ha decidido limpiarla cada quince días. ¡La madre que me parió!. ¡En la cola del río hemos estado tragando mierda desde hace un montón de años y ahora tenemos que limpiarla!. ¡Ojo, esa mierda no es nuestra, sino que casi siempre ha bajado por «el river», sobre todo procedente de las conserveras de Molina de Segura!. Hay una máxima que se ha puesto de moda últimamente, con respecto a las mascotas, y que podíamos aplicar en este caso: ¡si el perro es tuyo, la mierda también; límpiala!. ¡Pues eso, si el río pertenece a la Confederación y la mayoría de la mierda que arrastra se genera aguas arriba, que la limpie quien la «cague»!. Decía el fallecido Tomás López Galindo que «los ríos unen y las montañas separan», pues ¡quien mancha limpia!. ¡Pro-Rio, vuelve!.