La verdad es que con estos calores estamos expuestos a que nos dé un chungo, de esos que hacen época, aunque hay quien asegura -no seré yo quien lo ponga en duda y le quite la razón, porque, entre otras cosas, no me acuerdo- que este verano está siendo más benévolo que el del año pasado, con temperaturas más «suaves». No lo voy a cuestionar, aunque, sin querer polemizar, ¿sabéis lo que os digo?; ¡que una mierda!. ¡Está haciendo un calor de cojones!. ¡Fijaos si hace calor que el otro día vi una lagartija con cantimplora cruzando la glorieta y a las ranas de la fuente de la Plaza Nueva plantando una sombrilla para resguardarse del «calorert», que diría Rita Barberá!. Vamos, ¡que Lucifer está que «echa chispas» -nunca mejor dicho- porque «to» el mundo quiere bajarse al infierno, porque se ha corrido la voz de que allí hace menos calor que en Orihuela!. Un crío de siete años, con toda la candidez del mundo -¡jejejeje!-, le preguntó a su padre que qué era el frío, a lo que el progenitor respondió: ¡no lo sé, hijo; nosotros somos de Orihuela!. ¡Si os enseño la foto que me han «mandao» de la Cruz de la Muela, alucináis; tiene los hierros «retorsios» por «la calor».

Y aún siendo un verano jodidamente caluroso -con una sensación térmica que hace que lo parezca más, por la humedad ambiental- ¡tenemos que dar gracias a Dios!. Este verano no se está diferenciando mucho de otros, en cuanto a incendios forestales, intencionados o no. Y tenemos que agradecer que, de momento -¡crucemos los dedos y no demos ideas!-, no hemos tenido que lamentar ninguna desgracia en la sierra de la Muela. ¡Si, ese pedrusco que tiene una cruz en «to» lo alto y que «está poblado» por mogollón de pinos secos por culpa del escarabajo cabrón que se los ha «cargao» y del pasotismo de quienes tenían que haber «actuao» para evitar este desastre ecológico.

Los ecologistas exigen que se adopten medidas para proteger Sierra Escalona, donde se concentra la mayor colonia de búho real de Europa, y se pide que el pantano de la Pedrera sea incluido en el Catalogo de Zonas Húmedas, como paso previo a otros reconocimientos para preservar su flora y fauna, aunque en sus aguas se han detectado especies invasoras, como carpas o black bass, que no tengo ni «pajorera» idea de lo que es. El mismo colectivo -los ecologistas- denuncia el maltrato animal o la muerte violenta de gatos y perros, por ejemplo en Callosa de Segura y ¡me parece de puta madre que lo denuncie!. Pero ya que estamos para unas cosas estémoslo para otras, ¿o es que los pinos no son seres vivos?.

Me llamó la atención que se pusiera el grito en el cielo porque en Callosa habían ardido -cito textual- «4.000 metros cuadrados de vegetación y maleza en La Monsina». Resulta que un «manifasero» la cagó cuando manipulaba cable de cobre. También se ha identificado y detenido a gente que ha provocado auténticas catástrofes ecológicas, como los incendios en Galicia, norte de la Comunidad Valenciana, centro del país, Canarias, etc?Sin embargo, aquí, en Orihuela, todos sabemos quienes han sido los culpables del desastre que supone haber perdido uno de los principales pulmones de la ciudad, la pinada de la sierra de la Muela, en la que no queda ni un árbol, y nadie ha hecho ni ha dicho «na». Recuerdo un movimiento ciudadano que -¡claro, eran otros tiempos!- reivindicó la depuración de las aguas del Segura en el tamo urbano oriolano, porque la población -se argumentaba- estaba expuesta enfermedades nada agradables y cuyo nombre me resisto a pronunciar.

Lo cojonudo del caso es que el escarabajo cabrón que se ha «cargao» la pinada de la sierra de la Muela empezó a «trabajar» con mayor voracidad, al igual que el que se «cepilló» buena parte de nuestras palmeras -¡recordemos las que ya no existen en la mota del río, la glorieta de Gabriel Miró o el propio Palmeral de San Antón- durante la pasada legislatura, esa en la que -¡lo que son las cosas!- tuvimos un alcalde ecologista, Monserrate Guillén, y un concejal de su mismo partido, Manolo Gallud, que cogió el testigo de otro «verderol», Manolo Culiañez. Me acuerdo de que Rodríguez Zapatero, ese ex presidente del que el «elocuente» y «recurrente» Pablo Iglesias asegura que ha sido el mejor que hemos tenido en España, negó la crisis que «arrasó» multitud de empresas y ha dejado el mayor incremento de parados de la época democrática. ¡Coño, lo mismo que se hizo desde la Esquina del Pavo, cuando se miró hacia otro lado mientras los pinos la «espichaban»!.

No quiero decir con esto que nuestros ex desgobernantes sean culpables del desaguisado, aunque tal vez pecaron de «pasotas» e «indolentes», hasta el punto de que Gallud nos vendió que los pinos eran una especie invasiva, ya que -afirmó- la verdadera vegetación de la zona era matorral. ¡Mátame camión!.

Y me pregunto, si la Fiscalía persigue todo tipo de delitos, ¿por qué no busca a los responsables de la muerte de miles de pinos?. Y todavía tenemos que dar gracias de que la madera seca no haya ardido este verano, ¡hubiera sido «demasiao» pal cuerpo!.