Durante los años 90 y la pasada década el Ayuntamiento de Torrevieja dilapidó los pocos suelos dotacionales que hubieran servido para ubicar los institutos en el casco urbano. Mientras la ciudad crecía a uno de los mayores ritmos del país y la mayoría de estudiantes se ubicaban en prefabricadas, en esos pocos solares dotacionales, se levantaron zonas comerciales y residenciales a través de permutas que reubicaron los suelos de equipamiento justo esa polémica franja de los 3 kilómetros de distancia para cientos de estudiantes del centro. Ahora hay que usar el bus -de pago o no-, el coche -con el problema de tráfico que genera-, la bicicleta -una opción de alto riesgo- o llegar a pie.