Manuel Alcaraz animó ayer a los responsables de los Ayuntamientos de la Vega Baja a firmar el Código de Buen Gobierno diseñado en principio para los altos cargos de la Generalitat pero que ahora se quiere hacer extensivo a los ayuntamientos. Uno de los artículos que contiene es el de «Aconfesionalidad» y dice que las personas sujetas a este código «procurarán que las instituciones y corporaciones se abstengan de participan en las presidencias de actos religiosos» a no ser que dichos eventos tengan un «valor cultural que trascienda al religioso». El conseller dijo que ese cógido se puede adaptar a las particularidades de cada localidad, aunque los populares valoraron que este es «un ejemplo más del sectarismo» del Consell» . m. a. r.