El concejal de Innovación y Playas, Javier Manzanares y el director general de Seguridad, Javier Mínguez, explicaron ayer que el Ayuntamiento sigue adelante con su iniciativa de contar con drones en las playas y para otros usos vinculados a la seguridad ciudadana. Ambos comparecieron para «dar la cara» tras el fracaso del expediente anunciado meses antes del verano del proyecto «Salvadrón», que tenía previsto dotar a la playa de La Mata con este dispositivo aéreo para ayudar en las labores de rescate. Cuando se anunció era el primer municipio que había presentado este tipo de iniciativa. Benidorm se adelantó -fue pionero como primer municipio que lograba la condición de operador aeronáutico- y pudo poner en marcha su propio proyecto este verano, mientras que el iniciado por el Ayuntamiento, pese a tratarse de un expediente de adjudicación contrato menor, se perdió en el habitual marasmo de informes y contrainformes entre técnicos y políticos, que caracteriza la gestión diaria del Ayuntamiento de Torrevieja.

Entre las causas concretas que han impedido que «Salvadrón» sea una realidad se señaló la falta de concreción de la legislación que regula los dispositivos y el retraso del decreto definitivo que debe ordenar su uso por la interinidad del actual gobierno central. Mínguez reconoció que la interventora puso reparos al hecho de que el dron pudiera estar patrocinada por terceros y que el Ayuntamiento formara a personal ajeno para operar los drones -miembros de Protección Civil-.

Ahora el Ayuntamiento espera constituirse como operador aeronáutico -algo que Mínguez prefiere tramitar cuando se apruebe el nuevo decreto-, o en su caso que la empresa que se contrate forme a sus propios operarios.