El río Segura a su paso por la Vega Baja se ha vuelto a convertir en un mar de cañas y carrizos que motiva que en algunos puntos apenas se pueda ver el cauce. La maleza llega a alcanzar varios metros de altura y podría suponer un importante peligro en caso de que se produzcan lluvias torrenciales, como las que se dan entre finales de verano y principios de otoño, con el fenómeno conocido como «gota fría». La situación se produce por la evidente falta de mantenimiento de este entorno por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Fuentes del organismo de cuenca trasladaron ayer a este diario que el motivo de que se haya llegado, otra vez, a esta situación es que no hay presupuesto para acometer el desbroce. Tanto es así que por el momento no hay ninguna actuación prevista para adecentar la ribera.
La situación preocupa, y mucho, a algunos de los municipios de la Vega Baja, especialmente a aquellos en los que el cauce cruza a pocos metros del casco urbano. Tal es el caso de Benejúzar, que ayer mismo solicitó a la CHS la limpieza del río y de las ramblas de Lo Rubes y del Estrecho o Pinohermoso para estar preparados en caso de que llueva con intensidad. Por ello, desde la corporación local trasladaron a este organismo el estado en el que se encuentra el cauce y cuáles podrían ser sus consecuencias. El escrito remitido dice que el río y las ramblas «se encuentran repletos de vegetación, cañas y carrizos que impedirían el paso del agua y provocarían obstrucciones durante un episodios de fuertes precipitaciones». El alcalde, Antonio Bernabé, señaló que es «una medida imprescindible para evitar los riesgos en casos de fuertes lluvias que pudieran ocasionar incidencias y la inundación de sectores del municipio y, así, garantizar su capacidad de evacuación en caso de crecidas». El regidor recordó a la CHS que es el organismo responsable de «la vigilancia, inspección, limpieza y mantenimiento de los cauces del término municipal» por lo que «no debe demorarse más en el tiempo y es una medida que debería llegar cuanto antes al municipio en beneficio de los vecinos y para evitar consecuencias negativas».
Falta de medios
Desde la CHS trasladaron que se encuentran con el mismo problema del pasado año, que es la falta de medios económicos para realizar estos trabajos. De un lado, señalaron que no se realizan más a menudo debido a que son especies vegetales que se reproducen con suma facilidad y, aunque se corten, vuelven a brotar y alcanzan varios metros de altura en apenas dos meses. De otro lado indicaron que la falta de presupuesto les impide actuar con más diligencia.
La estampa que se produce en Benejúzar se da también en otros municipios cercanos como Rojales y Almoradí, donde también se pueden ver extensos cañaverales en el margen del río. Esta situación no sólo provoca las quejas de los alcaldes por miedo a que el cauce se tapone, sino también la de los agricultores que riegan con aguas del río y que se quejan también de la falta de mantenimiento. Aunque desde la CHS aseguraron ayer que por el momento no hay ninguna actuación prevista, es cierto que en años anteriores se han llevado a cabo las tareas de limpieza desde finales del mes de agosto, priorizando las zonas en las que se encuentran núcleos urbanos próximos.
