El centro para enfermos mentales ubicado en la Avenida de Delfina Viudes sólo abrirá sus puertas si la Generalitat da el paso de llevar a cabo su gestión. El edificio construido sobre un solar municipal y que costó 4,6 millones de euros no se ha estrenado desde que se concluyó la obra en 2011. Eso es lo que quiso dejar claro ayer el alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes) para salir al paso de las críticas del PP por el hecho de que se haya perdido por segundo año consecutivo una subvención de la Generalitat para dotar de mobiliario al edificio. «Lo importante es aclarar cómo se va a gestionar con la Generalitat», especificó, y recordó que «quienes hicieron la infraestructura a cargo de los fondos estatales nunca se pusieron en contacto con los competentes, que era el gobierno autonómico y quien debía decidir su gestión. El PP lo hizo a sus espaldas y sin contar con ellos», aseguró Dolón.

Explicó además que «lo primordial» es aclarar este punto y que los muebles «son lo de menos» porque la subvención puede solicitarse en otra convocatoria, además «si el centro está cerrado no son necesarios y pueden deteriorarse». También incidió en la necesidad de que sean profesionales los que gestionen el centro y ha descartado que ninguna ONG -tal y como planteó el anterior equipo de gobierno- pueda hacerse cargo de él «puesto que habría que subvencionarles íntegramente, al cien por cien, una gestión que ellos tendrían que subcontratar ya que se trata de enfermos que necesitan de una gran especialización y dedicación».

Prioridades

En este sentido especificó que sacar adelante la gestión diaria del centro en su máximo rendimiento sería necesaria una plantilla de un centenar de personas, con tres turnos, dado que la infraestructura se concibió para albergar a 80 residentes de forma permanente, lo que requiere un esfuerzo asistencial muy importante. Como ejemplo, explicó que la residencia de la tercera edad de La Inmaculada cuenta con sesenta residentes y un número equivalente de trabajadores. En el caso de este centro algunas fuentes aseguran que son necesarios dos empleados por residente. Añadió además que «por otro lado, los muebles ya tendrían que estar puestos, ya que eran una de las mejoras de la empresa adjudicataria por lo que no se deberían haber recepcionado las obras sin haber exigido el mobiliario. Estamos por tanto, ante una nueva mala gestión del Partido Popular», dijo. El primer edil dijo que desconoce el coste total de la gestión anual de un centro de estas características. Dolón reclamó ayer «rigor y seriedad» a las personas que se refieran a la puesta en marcha del Centro de Disminuidos Físicos y Psíquicos y matizó que «no hay muebles porque el PP no los exigió a la empresa cuando en el contrato así se establecía; en estos momentos lo prioritario para poner en marcha el centro no son los muebles sino definir la gestión, que es competencia de la Generalitat, y que no puede recaer sobre una ONG porque no son capaces de asumirla».