La Escuela de Verano de Orihuela celebró ayer su jornada de fin de curso tras haber prestado servicio a más de 400 niños que han compartido actividades lúdicas y deportivas. De entre ellos, de 75 pertenecían al programa de integración social del área de Servicios Sociales. La coordinadora de la Escuela, Paloma Ferrer, destacó que entre las actividades realizadas en las últimas semanas se encuentran talleres deportivos, fomento de la lectura, manualidades, convivencia y educación ciudadana, ya que el objetivo de este servicio es «educar en valores de manera divertida y facilitar el aprendizaje».