El número de licencias de obra nueva concedidas por el quipo de gobierno de Orihuela alcanza en los casi ocho meses de este año los 187 permisos, lo que supone ya un 18% más que en todo el ejercicio anterior, cuando se otorgaron 159, según los datos facilitados por la edil de Urbanismo de Orihuela, Begoña Cuartero. El sector de la construcción confirma así su tendencia al alza desde el pasado 2015, y de mantenerse estos valores podría cerrar el año con una subida cercana al 60%, pues a una media de 23 nuevas licencias a la semana, a finales de 2016 se habrán cumulado cerca de 250.
La gran mayoría de las nuevas construcciones se concentra en Orihuela Costa, pues las viviendas en el casco urbano se aprueban con cuentagotas y son casi inexistentes. Esto se debe al perfil del comprador de estas casas, que en su mayoría, se trata de residentes internacionales, según apuntó a este diario Francisco Gómez, presidente del Grupo Marjal y, a su vez de la Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante (Coepa).
Es precisamente este mercado el que ha originado que el sector de la construcción y, consecuentemente, el sector inmobiliaria, hayan resistido a la crisis de forma notable en el sur de la provincia, en comparación con la media nacional. Orihuela, junto con Torrevieja y Pilar de la Horadada son los tres municipios en el que el número de obra nueva más ha crecido en prácticamente toda la Comunidad Valenciana.
En lo que sí se aprecia un cambio significativo, con respecto a la época de la burbuja inmobiliaria, es en el modelo de negocio, que ha pasado de la construcción continua y desmesurada, a una más controlada, en el que el ritmo de inicio de estas obras nuevas, lo marca la demanda de los compradores y no la especulación urbanística, según reconocen los propios promotores.
«Antes se construía sin parar, y luego trataban de venderse. Ahora, cuando se detecta una demanda de compradores en una zona concreta, es cuando se inicia el proyecto. Antes los bancos financiaban hasta el suelo; ahora algunos incluso lo tienen prohibido», por lo que el ritmo ha descendido hasta casi una construcción bajo demanda, apunta Gómez.
Calidad
Otro de los cambios en el sector pasan por la calidad de las construcciones, que se ha vuelto «primordial. Ya no vale construir e cualquier manera, deprisa y con acabados que dejan que desear. Ahora el comprador demanda viviendas de calidad, y eso es otro punto a favor para la salud del sector», aseguran desde Coepa.
Lo que está claro es que se trata de un sector en potencia en el litoral de la Vega Baja, lo que supone un repunte con respecto al inicio de la crisis. De hecho, una parte de las licencias aprobadas por la junta de gobierno de Orihuela pertenece a renovaciones de licencias anteriores al año 2008, que ya se concedieron en su día pero caducaron al no ejecutarse el proyecto que ahora, con el repunte del sector, los promotores sí tienen interés en renovar, como prueba las grandes estampas de grúas en el litoral, que se habían perdido en los últimos años.
