El rechazo por el último caso de violencia de género ha sido unánime por parte de todas las instituciones. El gobierno valenciano guardó ayer tres minutos de silencio frente al Palau de la Generalitat. La vicepresidenta del Consell instó «a romper los muros invisibles que separan a las víctimas de la protección de la sociedad». Oltra animó a denunciar cualquier caso del que se tenga conocimiento y lanzó un mensaje a los agresores «que hacen una sociedad indigna». No sólo el gobierno valenciano se unió al dolor de la familia de Johana. Los ayuntamientos de Orihuela, Alicante y San Vicente del Raspeig y la Conselleria de Justicia convocaron concentraciones para condenar este crimen. r. m.