Torrevieja vivió la noche más rockera del verano con el concierto de Loquillo, teloneado por los Ilegales, en las Eras de la Sal el sábado. El emblemático recinto, que se llenó con más de 1.800 espectadores coreó muchos himnos de los ochenta y noventa en una demostración de que los clásicos serán siempre modernos.

Tan al dedillo se sabía el respetable los estribillos más míticos de la velada que el propio José María Sanz, "Loquillo", se ahorró el cantar, orgulloso, algunos de sus versos más célebres.

Mientras que otras ofertas culturales pretenden encontrar cada verano el nuevo "hype", la moda más rentable, o el último grito, la ciudad de la sal y sus veraneantes se permitieron el lujo de viajar, como Martin Mc Fly en "Regreso al futuro", a la esencia y a la pureza de otras décadas. Si el personaje de Spielberg viajaba a los ´50 y a la génesis del Rock and Roll, la España de los ´80 y el público que disfrutó a rabiar el sábado no se pueden pintar sin temas como "El Ritmo del Garage", "Rock and Roll Star", o el "Rompeolas", en cuyo estribillo el "Loco" rugía como un león interpelando a la chica que prefiere la media naranja aburguesada antes que el vértigo y las "ganas de volar" que le promete la vida con el rocker.

La evolución pretérita en la trayectoria de Loquillo, que presentaba su último trabajo, "Viento del Este", también se apreciaba con el rescate de un tema de los principios de los ´90 con temas de más calado social como "Voy de negro". Y ya metidos en el nuevo siglo, no podía faltar el rescate de la lúdica y rítmica "Feo, Fuerte y Formal", una inequívoca alusión a John Wayne. Y el primer gran clímax de la noche se saboreó con "Banda de Rock and Roll". Aunque la original decía en un momento aquello de "tu madre no lo dice, no", en esta ocasión el "Loco" se adaptó a los tiempos y cambió el sujeto proclamando, también, "tu hija no lo dice, no, pero me mira mal€", describiendo esa eterna tensión entre los rockeros y los bohemios cuando tienen que colisionar con el seno de las familias más convencionales.

El "Loco" terminó, como no podía ser de otra manera, con el amargo desamor de "Cadillac Solitario", cuyos efectos de "delay" de guitarra al final hicieron que parte del público espontáneamente entonara un "medley" de dicha canción y del estribillo de "With o Without you" de U2 .

Mientras, composiciones como "Esto no es Hawai", con la ineludible alusión a los Beach Boys, y a algún que otro punteo de resabio ochentero de homenaje a "La Familia Monster".

Los Ilegales, por su parte, no fueron convidados de piedra, sino que abrieron la noche con un recital sólido -Tiempos Nuevos, Macarra, Agotados- y por momentos punzante. Temas como «Anfetamina» estuvieron al alcance de un público intergeneracional y familiar con el que quizás, ni Ilegales, ni Loquillo jamás pensaron en encontrarse cuando comenzaron su dilatada trayectoria...aunque el líder de Ilegales, Jorge Martínez, no pudo evitar el emotivo recuerdo a su bajista, fallecido a comienzos de 2016. Tras elogiar sus cualidades humanas, Jorge concluyó que "tras su pérdida, no hubo otra que lloriquear un poco...pero sólo había dos opciones: la depresión, o el rock and roll€así que ahora véis y escucháis cuál escogimos€ y con la intepretación de «Destruye».

Desajustes

En cuanto a los desajustes de la velada, el acceso al público se permitió después de lo previsto, lo cual originó una cola a la entrada. Hacía las 01.00, iniciado el concierto de Loquillo, en la barra exterior no quedaba ni agua ni cerveza, y en algún momento sin hielo, para perplejidad de los asistentes€ Mientras que en otras barracas y conciertos se impone la tendencia a que una persona cobre los tickets y los camareros puedan estar más libres para atender las avalanchas de mayor volumen de clientela.