La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) no acometerá la limpieza del río, tal y como le reclamaban los regantes tradicionales, que hace unos días denunciaban la acumulación de lodos en el cauce, lo que está impidiendo, incluso, que las tomas de las acequias puedan recoger bien el agua.
El organismo de cuenca, a través de la Comisaría de Aguas, alega que la limpieza del río en los cauces que transcurren por el casco urbano de las localidades es competencia de los ayuntamientos y deben ser estos quienes carguen con los gastos. Así lo indicó a este diario un portavoz de la CHS.
En tramos como en Rojales, uno de los últimos municipios por los que discurre el río antes de llegar a la desembocadura en Guardamar, apenas hay agua. Los sedimentos están copando el cauce, tal y como publicó INFORMACIÓN, lo que está provocando que hasta los peces boqueen en la superficie en busca del poco oxígeno que hay. La toma de la acequia La Comuna, que está en el casco urbano rojalero, que riega 10.000 tahúllas en Rojales y Guardamar, está semitapada por los lodos y apenas están entrando 200 litros por segundo cuando el caudal mínimo debe ser de 400, y los sedimentos van a más. En el caso de Rojales, el Consistorio alega que no cuenta con partida presupuestaria suficiente para limpiar todo el cauce del río en uno de los tramos que peor situación presenta. Las cañas también están creciendo sin control, porque hace tiempo que no se actúa. La CHS, por su parte, también se escuda en la falta de liquidez para negar una probable limpieza extraordinaria del Segura en los tramos donde los lodos tienen ya hasta metro y medio de profundidad. Un portavoz de este organismo insiste en que debe ser el Ayuntamiento quien corra con los gastos de limpieza, aunque es consciente de que las administraciones locales también cuentan con un grave problema presupuestario.
No obstante, la CHS propone que sean los regantes tradicionales quienes asuman la limpieza del río Segura en los tramos donde esté afectando a las tomas de las acequias, que es lo que hicieron hace unos meses los regantes de Callosa, hartos de solicitudes, en las tomas del casco urbano de Orihuela. La CHS autorizaría esas actuaciones aunque el costo derivado tendría que ser asumido, irremediablemente, por los agricultores.
Más agua para el río
La sequía es otro de los graves problemas a los que se enfrenta el río, y los agricultores. El Segura está casi seco en algunos tramos y los regantes tradicionales reclaman a la CHS que permita más caudales ya que al no circular suficiente agua por el río se están quedando gran cantidad de tierras sin regar, sobre todo en zonas de Callosa, Catral y Orihuela. Por ello, remitieron ayer un escrito dirigido al Comisario de Aguas de la CHS y firmado por las 16 comunidades del riego tradicional, en el que señalan que «desde el pasado día 6 los caudales que están llegando a las tomas de las acequias de la Vega Baja son totalmente insuficientes y muy fluctuantes lo que origina que el riego se realice con muchas dificultades y, a veces, que sea imposible por el poco volumen de agua que nos llega».
El juez de Aguas de Almoradí, Carlos Barrera, denunció ayer que «se les está dando agua a los del Trasvase y a nosotros se nos restringe por lo que hay cultivos que ya no podemos regar». Este problema, aseguró, se está agudizando al estar en el período más álgido de necesidades de volúmenes de agua, fundamentalmente para cítricos y para las plantaciones de hortícolas de invierno, como alcachofas o brócoli. «Deben aprobar un desembalse al Segura porque hay una verdadera alarma entre los agricultores», manifestó. Y anunció a este diario que los regantes tradicionales acudirán a los tribunales si la CHS no atiende su petición.
