Vecinos del barrio Ciudad Jardín de Orihuela protestaron ayer por la falta de accesos peatonales que conecten su lugar de residencia con el resto de la ciudad. Los habitantes en esta zona, emplazada a espaldas del barrio de San Francisco y junto a la ladera de la Sierra, carecen de cualquier tipo de paso peatonal para poder cruzar la carretera N-340, que soporta un elevado nivel de tráfico. Así, hechos tan cotidianos como ir a comprar el pan o acudir a una cita en el médico se convierten en todo un peligro porque, o lo hacen en coche, o se ven obligados a cruzar un vial que no tiene pasos de cebra ni aceras en los arcenes ni iluminación ni una buena visibilidad debido a sus curvas.

Los conductores que circulan por esta carretera -muchos a gran velocidad puesto que no hay ningún tipo de medida que les obligue a aminorar la marcha- se encuentran a diario con vecinos tratando de buscar un hueco entre los coches y camiones para llegar a la otra parte de la ciudad. La maniobra resulta especialmente complicada para las personas de avanzada edad o con movilidad reducida, que optan muchas veces por caminar por el arcén de la carretera cerca de 100 metros para llegar hasta una zona con algo más de visibilidad y así poder cruzar. Incluso la parada del autobús se encuentra en un punto al que sólo pueden llegar en coche o por el arcén del citado vial.

También salir a tirar la basura se convierte en un desafío porque sólo hay contenedores instalados en algunos puntos y son varios los vecinos que tienen que cruzar la carretera para llegar hasta el contenedor. En materia de limpieza, los residentes aseguran que hasta la zona sólo se desplaza un camión barredero pero no barrenderos a pie como en el resto del municipio.

Los vecinos apuntan que no son pocas las personas que han sufrido accidentes en este área, algunos con un fatal desenlace como el del hijo de una vecina que acudió ayer a la protesta, que falleció arrollado por un camión. Cabe destacar que esta carretera atraviesa otros núcleos urbanos, como el cercano barrio de San Carlos, que sí cuenta con semáforos y pasos de peatones para garantizar la seguridad.

Aunque el Ayuntamiento anunció hace unas semanas que se ha encargado un estudio para la mejora de la seguridad vial y accesibilidad peatonal de la zona, a los vecinos se les ha acabado la paciencia porque aseguran que llevan muchos años reclamando que se les escuche porque se quejan, y con razón, de que se juegan la vida a diario.