Aunque el juez no ha encontrado indicios de delito y ha archivado la denuncia, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, insiste en que hay que seguir investigando las presuntas irregularidades cometidas durante la pasada legislatura en la gestión de la sociedad municipal Orihuela Cultural. El regidor esgrime que la auditoría realizada a las cuentas apunta a un presunto desfalco de casi 20.000 euros y cree que su deber como primer edil es conocer qué pasó con ese dinero. Para ello anunció ayer que reactivará la comisión de investigación que se aprobó en pleno el pasado mes de abril y que quedó en el aire hasta conocerse la resolución judicial.

Bascuñana recordó ayer que decidió acudir a los tribunales tras conocer el resultado de un informe realizado por la empresa Moore Stephens así como una auditoría de las cuentas de 2015 encargada a una empresa murciana. En ambos documentos, prosiguió el regidor, se refleja que existen saldos deudores de acreedores por facturas no contabilizadas a finales de 2014; un faltante de existencias de 9.216,60 euros correspondiente a productos de «merchandising»; un faltante de caja que después de ajustes resulta en 10.576 euros o un error en la contabilización de la concesión administrativa que se dio en 2011 por importe de 180.000 euros para el uso parcial de la oficina de turismo así como de la tienda de 'souvenirs'».

Apuntó asimismo a un «error en la aplicación de la prorrata de IVA y que no se contabilizaban las operaciones con terceros cuando se les hacía entrega del pago de la taquilla, así como tampoco se contabilizaban los ingresos de la venta de las entradas de dichos eventos».

Nuevo informe

Por ello, el regidor indicó que se ha solicitado al interventor accidental un informe de fiscalización y control financiero de la sociedad y se llevará toda la documentación relacionada con este caso a la Sindicatura de Cuentas «para tener también su informe y asesoramiento sobre la situación de la sociedad».

«A pesar de que la jueza ha determinado que no hay delito penal, los faltantes de caja y existencias, las operaciones con terceros no registradas, los pagos realizados a terceros sin recibir una factura como justificante del mismo, los ajustes contables a favor o en contra para solventar errores en la contabilidad de la sociedad, están ahí. Por ello, se seguirá analizando si existe o no responsabilidad contable de todo ello», concluyó el alcalde.