Los regantes tradicionales de la Vega Baja, que cultivan unas 44.000 hectáreas, alertan del peligro que corre el río Segura si se aprueba una nueva cesión de agua a los regantes del Trasvase, tal y como ha pedido el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura. La Confederación Hidrográfica del Segura(CHS) podría aceptar esa petición de cesión de otros 25 hectómetros cúbicos.
Una situación que empeoraría el estado en el que se encuentra actualmente el río Segura, donde el cauce ha bajado considerablemente en las últimas semanas y los lodos se acumulan, sobre todo a la altura de Rojales, donde los sedimentos tienen ya un metro y medio de profundidad, según los regantes, y apenas circula agua. Nadie los limpia. Desde el Ayuntamiento de Rojales esperan que lo haga la CHS, y un portavoz autorizado de este organismo señaló ayer a este diario que los «cauces urbanos son competencia de los consistorios». Mientras tanto, el río se seca y los sedimentos amenazan con obstruir la toma de la acequia La Comuna, de la que obtienen agua los regantes de Rojales y Guardamar, ya casi tapada por esos lodos y donde apenas entran 200 litros por segundo, cuando se necesita un caudal mínimo de 400, siendo 600 el óptimo, según explicó Paco Mora. Es uno de los más de 3.000 agricultores de riego tradicional que hay en la Vega Baja. «Los que regamos con agua del río estamos manteniendo el espacio medioambiental y los azarbes. Se ha dejado de echar agua en el sifón de Orihuela y no sabemos por qué. Parece que para algunos nuestra agricultura no tiene valor. Yo estoy regando con agua siete veces reciclada y los del trasvase con agua mucho mejor. No puedo plantar ahora mismo nada más porque no hay recursos, mientras que otros sí pueden hacerlo. Esto no se puede sostener», decía ayer indignado mientras mostraba la toma de la acequia que permite el riego de unas 10.000 tahúllas de terreno.
Cultivos sin regar
Los agricultores tradicionales alertan de que no les queda ya casi agua para regar sus cultivos y temen que se sequen. De hecho, en Callosa de Segura se han rebasado varios periodos de riego -tandas- sin recibir el agua necesaria y aseguran que este problema se extiende desde Orihuela a Guardamar. «Siempre hemos aprovechado muy bien el agua, aquí no se riega por inundación», insiste Mora. Y hace un llamamiento a los 17 juzgados de agua de la comarca para que se movilicen porque alerta de que el río «está a un paso de secarse».
Por su parte, José Manuel López Grima, exmiembro del Consejo del Agua, lamentó que la CHS «ha extraído más agua del río de lo debido. Si concede otro aporte a los regantes del Trasvase, el Segura morirá y no sólo no se podrán regar estas tierras, sino que el impacto ambiental será tremendo si se pierde el caudal ecológico. Se ha sacado agua sin parar de los pozos de sequía y del sinclinal de Calasparra».
Estos regantes abogan por dar un mayor protagonismo a la desaladora de Torrevieja, que ahora funciona al 45% de su rendimiento y señalan que nunca se han opuesto a ceder agua, «pero dentro de unos límites».
