Hay una nueva forma de bajar la Rambla de Callosa y no es andando ni en bicicleta ni en coche, sino deslizándose sobre un tobogán de más de 100 metros. La atracción acuática instalada ayer en una de las calles con más pendiente del municipio permitió a los más jóvenes, y también a algunos adultos, mitigar el calor de agosto con algo parecido a un divertido chapuzón en pleno centro de la localidad.

Provistos de flotadores sobre los que lanzarse calle abajo, fueron cientos de personas las que disfrutaron de una novedosa iniciativa para celebrar la antesala de los festejos patronales y de Moros y Cristianos. Las actividades lúdicas continúan hoy con un «Gran Prix» en el colegio La Paz y a las 22 hora Josefina Bueno glosará el pregón en la Plaza de España.